lunes, 1 de febrero de 2016

GÉNESIS. CAPÍTULO 23.

Abrahán compra un sepulcro

231Sara vivió ciento veintisiete años; 2y murió en Quiriat* Arbá (hoy Hebrón), en país cananeo. Abrahán fue a hacer duelo y a llorar a su mujer. 3Después dejó a su difunta y habló a los hititas:
4-Yo soy un forastero residente entre vosotros. Dadme un sepulcro en propiedad, en terreno vuestro, para enterrar a mi difunta.
5Los hititas respondieron a Abrahán:
6-Escúchanos, señor: tú eres un jeque insigne entre nosotros; entierra a tu difunta en el mejor de los sepulcros; nadie de nosotros te negará una sepultura para tu difunta.
7Abrahán se levantó, hizo una inclinación a los propietarios hititas 8y les habló así:
-Si realmente tenéis voluntad de que entierre a mi difunta, escuchadme: suplicad en mi nombre a Efrón, hijo de Sójar, 9que me ceda la cueva de Macpela, que se encuentra en el extremo de su campo. Que me la ceda por su precio, en vuestra presencia, como sepulcro en propiedad.
10Efrón estaba sentado entre los hititas; Efrón, el hitita, respondió a Abrahán, en presencia de los hititas y de los que asistían al concejo:
11-No, señor mío; escucha: el campo te lo regalo, y la cueva que hay en él te la regalo; te la regalo en presencia de mis paisanos; entierra a tu difunta.
12Abrahán hizo una inclinación a los propietarios, 13y oyéndolo ellos se dirigió a Efrón:
-Si te parece, escúchame tú: yo te pago el precio del campo; acéptalo y enterraré allí a mi difunta.
14Efrón contestó a Abrahán:
15-Señor mío, escucha: el tereno vale cuatro kilos de plata; entre nosotros dos, ¿qué significa eso? Entierra a tu difunta cuando quieras.
16Abrahán aceptó y pagó a Efrón, en presencia de los hititas, el precio establecido: cuatro kilos de plata, pesos comerciales. 17Y así el campo de Efrón en Macpela, frente a Mambré, el campo con la cueva y con todos los árboles dentro de sus linderos, pasó a ser propiedad de Abrahán, 18siendo testigos los hititas que asistían al concejo.
19Después Abrahán enterró a Sara, su mujer, en la cueva del campo de Macpela, frente a Mambré (hoy Hebrón), en país cananeo.
20El campo con la cueva pasó de los hititas a Abrahán como sepulcro en propiedad.

Explicación.

23,1-20 La compra del sepulcro corresponde a prácticas legales antiguas. Quien posee un sepulcro en propiedad, posee un terreno y es habitante del país; el mero residente y el forastero no pueden poseer terrenos. Abrahán y los concejales lo saben. La enajenación de un terreno concierne a toda la comunidad y ha de ser aprobada en concejo. El relato describe la cortesía aparatosa, las segundas intenciones, los rodeos de una importante transacción comercial. En la cueva se enterrarán también Abrahán, Isaac y Jacob, rebeca y Lía (25,9; 35,29; 49,31; 50,13), y su presencia allí será un reclamo para los israelitas. Después el sepulcro se convertirá en lugar de veneración hasta nuestros días.

23,2 * = Villa.

23,7-11 Ni prestado ni cedido; sólo la propiedad exclusiva y legítima satisface a Abrahán. Por eso, aunque el precio sea exorbitante, lo acepta enseguida.

23,13 2 Sm 24,24.

23,17-18 Así los patriarcas salidos de Ur y de Jarrán empiezan a ocupar la tierra prometida, aunque sea un campo minúsculo mediando su muerte. Véase el uso de "propiedad" referido aquí al terreno, y a todo el territorio en 17,8; 48,4.

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