lunes, 1 de febrero de 2016

GÉNESIS. CAPÍTULO 6.

Pecado: diluvio (Eclo 44,17s)

61Cuando los hombres se fueron multiplicando sobre la tierra y engendraron hijas, 2los hijos de Dios vieron que las hijas del hombre eran bellas, escogieron algunas como esposas y se las llevaron. 3Pero el Señor se dijo:
-Mi aliento no durará por siempre en el hombre; puesto que es de carne, no vivirá más que ciento veinte años.
4En aquel tiempo -es decir, cuando los hijos de Dios se unieron a las hijas del hombre y engendraron hijos- habitaba la tierra los gigantes (se trata de los famosos héroes de antaño).
5Al ver el Señor que en la tierra crecía la maldad del hombre y que toda su actitud era siempre perversa, 6se arrepintió de haber creado al hombre en la tierra, y le pesó de corazón. 7Y dijo:
-Borraré de la superficie de la tierra al hombre que he creado; al hombre con los cuadrúpedos, reptiles y aves, pues me arrepiento de haberlos hecho.
8Pero Noé alcanzó el favor del Señor.

Noé y el arca

9Descendientes de Noé: Noé fue en su época un hombre recto y honrado, y trataba con Dios, 10y engendró tres hijos: Sem, Cam y Jafet.
11La tierra estaba corrompida ante Dios y llena de crímenes. 12Dios vio la tierra corrompida, porque todos los vivientes de la tierra se habían corrompido en su proceder.
13El Señor dijo a Noé:
-Veo que todo lo que vive tiene que terminar, pues por su culpa la tierra está llena de crímenes; los voy a exterminar con la tierra. 14Tú fabrícate un arca de madera resinosa con compartimientos, y calafatéala por dentro y por fuera. 15Sus dimensiones serán: ciento cincuenta metros de largo, veinticinco de ancho y quince de alto. 16Haz un tragaluz a medio metro del remate; una puerta al costado y tres cubiertas superpuestas. 17Voy a enviar el diluvio a la tierra, para que extermine a todo viviente que respira bajo el cielo; todo lo que hay en la tierra perecerá. 18Pero hago un pacto contigo: Entra en el arca con tu mujer, tus hijos y sus mujeres. 19Toma una pareja de cada viviente, es decir, macho y hembra, y métela en el arca, para que conserve la vida contigo: 20pájaros por especies, reptiles por especies; de cada uno entrará una pareja contigo para conservar la vida. 21Reúne toda clase de alimentos y almacénalos para ti y para ellos.
22Noé hizo todo lo que le mandó Dios.

Explicación.

6,1 Sal 29,1; Job 1,6.

6-9 El diluvio. Imaginemos que uno toma dos cuerdas de dos colores y las trenza irregularmente: el color de cada una irá asomando y retirándose. Algo así el autor final de este relato: ha manejado dos tradiciones paralelas, uniéndolas en un relato continuado, sin uniformarlas. La comparación es sólo aproximada, porque el autor ha cortado segmentos de una o de otra, ha recogido o añadido glosas que explican o amplifican. El autor adapta a su visión relatos del diluvio de otras culturas: Gilgamés, Ziusudra. En la traducción seguimos la forma actual del texto bíblico. Si el lector quiere seguir por separado los dos relatos, aquí va una división probable, admitida por muchos. En la teoría de las fuentes las versiones pertenecen al Yavista (J) y al Sacerdotal (P):

J 6,5-8 / 7,1-5 / 7 (8-9) 10 / 12 / 16b / 17b / 22-23

P 6,9-22 / 7,6 / 11 / 13-16a / 17a / 18-21 / 24.

J 8,2b-3a / 6 (7) 8-12 / 13b / 20-22 / 9,18-27.

P 8,1-2a / 3b-5 / 13a / 14-19 / 9,1-17 / 28-29.

El llamado Yavista escribe un verdadero relato, con un protagonista humano y un dios antropomórfico. Discurre con sencillez lineal: prólogo cesleste, ira de Dios, mandato de entrar en el arca y ejecución, diluvio, exploración de la paloma, sacrificio y reconciliación. El llamado Sacerdotal estiliza la narración, usa clasificación y números, mezcla el esquematismo con el afán por el detalle técnico; sólo al describir el diluvio logra cierta plasticidad.

6,1-4 Estos versos siguen siendo un enigma: "Hijos de Dios" son las divinidades subordinadas, seres divinos, ángeles, seres sobrehumanos (Sal 29; Job 1,6); se contraponen a las muchachas simplemente humanas. Por lo que conocemos de otras culturas, semejante cruce sería el origen de los semidioses o héroes de antaño (cfr. Ez 32,27). En un contexto de mitología griega, pongamos por caso, la noticia no nos extrañaría; pero aquí... ¿De dónde procede esta tradición?, ¿por qué la ha recogido el autor?, ¿qué pretende decir con ella? El enigma ha suscitado interpretaciones variadas, deseosas de hacer aceptable la noticia: nobles con plebeyas, hijos de Set con hijas de Caín... Por ahora mejor es confesar nuestra ignorancia.

6,3 Sal 104,29.

6,4 Bar 3,26s.

6,5 Sal 14,2s.

6,5-8. Lo que Dios ve y siente y dice es la clave teológica de todo el relato: una visión pesimista de toda la humanidad, una crisis fatal que hay que superar con una intervención extraordinaria. Dios penetra el corazón del hombre (Prov 15,11) y descubre allí la raíz viciada de pecados que se multiplican: "toda, siempre". Como si descubriera un defecto de fabricación, de "modelado" (etimología de la palabra hebrea para actitud, mentalidad).

Con el antropomorfismo el autor nos presenta un Dios que no es indiferente ni neutral, que siente y participa como persona, que sufre contemplando su creación buena perturbada por el hombre malo. "Borrar" es lo contrario de crear: sin hombres, ¿el mundo volverá a ser bueno? (Sal 104,35).

6,6 1 Sm 15,35.

6,7 Sof 1,2s.

6,8 El monosílabo hebreo para "favor", inversión fonética de las consonantes de "Noé", encierra toda la salvación, y la concentra por ahora en un hombre con su familia, porque Noé preserva toda honradez (7,1).

6,11-13 Corrupción y castigo -el mismo verbo en hebreo- se extienden a los animales y a la tierra (cfr. Sof 1,2-3).

6,17 Según Gn 1, distinción y separación son principio de orden: aguas superiores e inferiores, mares y continentes, vida por especies. El orden se va a romper: las aguas de arriba caen y se confunden con las de abajo, su masa cubre los continentes, perece toda vida. Vuelve el caos primordial. Sal 29,10.

6,18 "Pacto" en sentido restringido de promesa o compromiso unilateral. Is 54,9.

6,19-20 Noé es el centro de la salvación. Especies diferenciadas, parejas fecundas, bajo la soberanía del hombre, van a alojarse en el microcosmos de la salvación, que consta de tres pisos, como el universo.

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