domingo, 13 de marzo de 2016

ÉXODO. CAPÍTULO 1.

Esclavitud y genocidio

11Lista de los israelitas que fueron a Egipto con Jacob, cada uno con su familia: 2Rubén, Simeón, Leví, Judá, 3Isacar, Zabulón, Benjamín, 4Dan, Neftalí, Gad, Aser. 5Descendientes directos de Jacob, setenta personas; José ya estaba en Egipto.
6Muerto José y sus hermanos y toda aquella generación, 7los israelitas crecían y se propagaban, se multiplicaban y se hacían fuertes en extremo e iban llenando todo el país.
8Subió al trono en Egipto un Faraón nuevo que no había conocido a José, 9y dijo a su pueblo:
-Mirad, los israelitas se están volviendo más numerosos y fuertes que nosotros; 10vamos a vencerlos con astucia, pues si no crecerán; y si se declara la guerra, se aliarán con el enemigo, nos atacarán y después se marcharán de nuestra tierra.
11Así pues, nombraron capataces que los explotaran como cargadores en la construcción de las ciudades granero Pitón y Ramsés. 12Pero cuanto más los oprimían, ellos crecían y se propagaban más. 13Hartos de los israelitas, los egipcios les impusieron trabajos penosos, 14y les amargaron la vida con dura esclavitud, imponiéndoles los duros trabajos del barro, de los ladrillos y toda clase de trabajos del campo.
15El rey de Egipto ordenó a las comadronas hebreas (una se llamaba Séfora y otra Fuá):
16-Cuando asistáis a las hebreas y les llegue el momento, si es niño lo matáis, si es niña la dejáis con vida.
17Pero las comadronas respetaban a Dios, y en vez de hacer lo que les mandaba el rey de Egipto dejaron con vida a los recién nacidos.
18El rey de Egipto llamó a las comadronas y las interrogó:
-¿Por qué obráis así y dejáis con vida a las criaturas?
19Contestaron al Faraón:
-Es que las mujeres hebreas no son como las egipcias: son robustas y dan a luz antes de que lleguen las comadronas.
20Dios premió a las comadronas: el pueblo crecía y se hacía muy fuerte, 21y a ellas, como respetaban a Dios, también les dio familia.
22Entonces, el Faraón ordenó a todos sus hombres:
-Cuando les nazca un niño, echadlo al Nlo, si es niña, dejadla con vida.

Explicación.

1,1-7 Estos versos sirven:

a) Para empalmar este libro con el precedente: recogen de modo simplificado los datos de Gn 46. Con ello,

b) Se afirma la continuidad patriarcal, ya que es el tercer patriarca, Jacob, quien guía la caravana; es inevitable el recuerdo de una caravana semejante en Gn 31, sólo que camino de Canaán;

c) Continuar significa seguir adelante, y esto se va a realizar en silencio y sin acontecimientos históricos.

Egipto se convierte en una especie de matriz acogedora, donde se va realizando la bendición genesíaca y patriarcal de la fecundidad. El narrador lo subraya acumulando verbos. Pero "llenar la tierra" es exageración teológica, puesto que los hebreos habitaban como grupo compacto al norte de Egipto. Con el último dato y como consecuencia lógica empalma la historia que se dispone a narrar.

1,1 Gn 46,8-27.

1,2 Dt 10,22.

1,6 Sal 105,24.

1,8-2,15 Lo que va a contar tiene sabor de cuento y sirve de introducción a un relato épico. A cuento suena la infancia del liberador, relato épico es la liberación. Como cuento, se permite detalles incoherentes o inverosímiles. El tema es conocido en el folclore: un niño perseguido, amenazado de muerte, se salva de modo prodigioso y alcanza una posición privilegiada: también la literatura acádica conoce el motivo literario.

Pero el caso presente destaca su individualidad:

a) Por los detalles locales, el río, la cesta, la princesa...;

b) Porque el niño está prefigurando la futura liberación: peligro, paso por el agua, salida de Egipto; 

c) Entre los aspectos individuales se cuenta el carácter "sapiencial" (como si el autor perteneciera al gremio de los "doctores" hakamim): la "astucia" del rey frustrada por la astucia de las comadronas, la educación cortesana del héroe.

1,8-14 Estalla la persecución, que avanzará en tres ondas. La mueve la razón de Estado. Razón política: la minoría va a convertirse en mayoría; razón militar: los advenedizos pueden convertirse en quinta columna, aliada de un invasor extranjero; razón económica: se nos acaba la mano de obra barata. La lógica de razones y medidas falla: si reducen el número, reducen la mano de obra; mucho más si eliminan a los varones y se levan a las mujeres a casas egipcias. O al narrador no le importa esa incoherencia, atento a describir un proceso apasionado, o quiere burlarse de la lógica estúpida del Faraón.

1,13-14 Describe la opresión acumulando términos de esclavitud = trabajo: ´bd y repitiendo "crueldad". La misma raíz hebrea significa el trabajo sin calificación, el servicio, la servidumbre, la esclavitud. El contexto y los sujetos de quien se dice especifican el significado.

1,15-22 Con este episodio casi burlesco entran en escena, dominadoras, las mujeres. En efecto, la infancia de Moisés está marcada por la persecución despiadada de los varones y la piedad salvadora de las mujeres: las comadronas, la hermana, la madre, la princesa. Dos cosas mueven a las comadronas  a arrostrar el peligro, aun mortal: su presencia casi materna en las fuentes de la vida, su religiosidad o "respeto del Señor". Para ellas respetar a Dios (no dice Yhwh) es respetar la vida, aun con peligro de muerte. La palabra "comadrona" se pronuncia siete veces.

Que fueran "hebreas" es poco lógico; parece adición. El Faraón y su policía quedan burlados, pues no entienden de esos delicados menesteres y se tragan la respuesta de las mujeres; y a ellas las premia Dios con nuevas vidas, con la maternidad. Queda descrito el contexto en el que nace el héroe.

1,22 Sab 11,7.

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