jueves, 21 de abril de 2016

LEVÍTICO. CAPÍTULO 24.

Cuidado del templo


241El Señor dijo a Moisés:

2-Manda a los israelitas que te traigan aceite de oliva puro y refinado para alimentar cada día la lámpara. 3En la tienda del encuentro, delante de la cortina de la alianza, Aarón preparará cada día la lámpara, para que arda de la noche a la mañana en presencia del Señor. Es ley perpetua para vuestras generaciones. 4Colocará siempre las lámparas en el candelabro, de oro de ley, en presencia del Señor.
5<<Toma flor de harina y cuece con ella doce roscas de ocho litros cada una. 6Colócalas después en dos montones de a seis, sobre la mesa pura, en presencia del Señor. 7Echa en cada montón incienso puro, para que sean pan de obsequio, oblación al Señor. 8Todos los sábados las prepararás en presencia del Señor. Es un compromiso perpetuo de los israelitas. 9Son para Aarón y sus hijos, que las comerán en lugar santo. Es la porción sagrada, porción perpetua para Aarón, de la oblación al Señor>>.

Caso de blasfemia. Legislación criminal

10Había entre los israelitas un hijo de madre israelita y padre egipcio. Un día riñó con un israelita en el campamento. 11Blasfemó y maldijo el  nombre del Señor, por lo que lo llevaron ante Moisés. (Su madre se llamaba Selamit, hija de Dibrí, de la tribu de Dan).
12Lo arrestarán hasta que decidiese un oráculo del Señor.
13El Señor dijo a Moisés:
14-Saca al blasfemo fuera del campamento. Que todos los que le oyeron pongan las manos sobre su cabeza y luego toda la asamblea lo apedreará. 15Después dirás a los israelitas: Todo el que maldiga a su Dios, cargará con su pecado. 16El que blasfeme el nombre del Señor, es reo de muerte. Toda la asamblea lo apedreará. Emigrante o indígena, quien blasfeme el nombre del Señor morirá.
17<<El que mate a un hombre, es reo de muerte.
18>>El que mate a un animal, compensará pieza por pieza.
19>>Al que lesione a un conciudadano, se le hará lo que él ha hecho: 20fractura por fractura, ojo por ojo, diente por diente. La lesión que causó a otro se le causará a él.
21>>El que mate a un animal, compensará una pieza con otra; el que mate a un hombre, morirá.
22>>Aplicaréis la misma sentencia al emigrante y al indígena. Yo soy el Señor, vuestro Dios>>.
23Moisés se lo comunicó a los israelitas, y éstos, sacando al blasfemo fuera del campamento, lo apedrearon. Los israelitas hicieron lo que el Señor había mandado a Moisés.

Explicación.

24,2-4 Véase Ex 25,31-40; 37,17-24. El texto presente habla primero de una lámpara, luego del candelabro con lámparas. Su función obvia es alumbrar durante la noche; pero la expresión "en presencia de Yhwh" parece insinuar algo más, quizá una especie de ofrenda. Sólo para iluminar no hacía falta un aceite de tal calidad.

24,5-9 Véase Ex 25,30; 37,10-16. En otras religiones era comida de los dioses. En Jerusalén es una oferta semanal que el Señor cede después a sus sacerdotes.

24,10-16 Saliéndose del cauce normal del Levítico, figura aquí este texto, que enuncia una norma y la justifica con una anécdota proyectada al tiempo de Moisés. Tiene el refinamiento de presentar un suceso nuevo, sin precedente, que ha de resolver personalmente el ultrajado, el Señor. Con lo cual, la pena de muerte por blasfemia se remonta a Moisés y a Dios. Otro refinamiento de la anécdota son los antecedentes familiares del culpable. Cuando el autor los recoge con tanta precisión, es que intenta descargar parte de la culpa en la línea paterna extranjera. Emplea y reitera dos sinónimos: maldecir y blasfemar. Todos los que le oyeron blasfemar actúan como testigos y ejecutores de la sentencia divina. A este caso parece aludir Eclo 23,12.

24,17-22 En curiosa disposición concéntrica con repeticiones ocupa el centro un fragmento de la ley del talión (cfr. Ex 21,25; Dt 19,21). La disposición indica que el autor lo presenta como unidad. Con lo cual resalta la terrible asimetría: por animal muerto, animal vivo; por hombre muerto, homicida muerto. No valen lo mismo la vida del animal y la del hombre.

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