miércoles, 20 de abril de 2016

LEVÍTICO. CAPÍTULO 4.

Sacrificios expiatorios

41El Señor habló a Moisés:
2-Di a los israelitas: cuando alguien, por inadvertencia, traspase alguna de las prohibiciones del Señor, haciendo algo prohibido:
3<<[a] si es el sacerdote ungido el que cometió la transgresión, comprometiendo así al pueblo, ofrecerá al Señor por la transgresión cometida un novillo sin defecto en sacrificio expiatorio. 4Lo llevará a la entrada de la tienda del encuentro, a la presencia del Señor. Pondrá la mano sobre la cabeza de la víctima y la degollará en presencia del Señor. 5El sacerdote ungido tomará sangre del novillo y la llevará a la tienda del encuentro. 6Mojando un dedo en la sangre y en presencia del Señor, salpicará con ella siete veces en dirección a la cortina del santuario. 7Luego, en presencia del Señor, el sacerdote untará con la sangre los salientes del altar del sahumerio, situado en la tienda del encuentro, y derramará toda la sangre del novillo al pie del altar de los holocaustos, situado a la entrada de la tienda del encuentro. 8Quitará al novillo de expiación toda la grasa: la grasa que envuelve las vísceras y sus gorduras: 9los dos riñones con sus grasas, la grasa junto a los lomos y el lóbulo del hígado junto a los riñones; 10todo esto lo apartará, como se hace con el toro del sacrificio de comunión. El sacerdote la dejará quemarse sobre el altar de los holocaustos.
11<<El resto del novillo, la piel, la carne con cabeza y patas, vísceras e intestinos, 12lo sacará fuera del campamento a un lugar puro, al vertedero de cenizas, y lo quemará sobre la leña. En el vertedero de cenizas debe ser quemado.
13>>[b] Si es toda la la comunidad israelita la que por inadvertencia traspasó alguna prohibición del Señor, incurriendo así en reato, y el asunto queda oculto a la comunidad, 14ésta, al darse cuenta de la transgresión cometida, ofrecerá en sacrificio expiatorio un novillo, que llevará hasta la tienda del encuentro. 15Las autoridades pondrán las manos sobre la cabeza de la víctima y la degollarán en presencia del Señor.
16>>Luego el sacerdote ungido llevará sangre del novillo a la tienda del encuentro. 17Mojando un dedo en la sangre y en presencia del Señor, salpicará con ella siete veces en dirección a la cortina del santuario. 18Untará con la sangre los salientes del altar del sahumerio, situado ante el Señor en la tienda del encuentro, y derramará toda la sangre al pie del altar de los holocaustos, situado a la entrada de la tienda del encuentro. 19Le quitará toda la grasa y la dejará quemarse sobre el altar. 20Hará con este novillo como se hace con el del sacrificio expiatorio. El sacerdote expía así por ellos y quedan perdonados.
21>>Sacará el novillo fuera del campamento y lo quemará como el primero. Es el sacrificio expiatorio de la asamblea.
22>>[c] Si es un jefe el que por inadvertencia traspasó alguna prohibición del Señor, su Dios, incurriendo así en reato, 23al darse cuenta de la transgresión cometida, ofrecerá en oblación un macho sin defecto. 24Pondrá la mano sobre la cabeza de la víctima, y en presencia del Señor la degollará en el matadero de los holocaustos. Es un sacrificio expiatorio.
25>>El sacerdote, mojando un dedo en la sangre de la víctima, untará los salientes del altar de los holocaustos y derramará la sangre al pie del mismo altar. 26Toda la grasa la dejará quemarse sobre el altar como se hace con los sacrificios de comunión. El sacerdote expía así por su transgresión, y queda perdonado.
27>>[d] Si es un propietario el que por inadvertencia traspasó alguna prohibición del Señor, incurriendo así en reato, 28al darse cuenta de la transgresión cometida, ofrecerá una cabra sin defecto en sacrificio expiatorio. 29Pondrá la mano sobre la cabeza de la víctima y la degollará en el matadero de los holocaustos.
30>>El sacerdote, mojando un dedo en la sangre, untará los salientes del altar de los holocaustos y derramará la sangre al pie del mismo altar. 31Le quitará toda la grasa, como en los sacrificios de comunión, y la dejará quemarse sobre el altar como aroma que aplaca al Señor. El sacerdote expía así por él, y queda perdonado.
32>>Si ofrece un cordero en sacrificio expiatorio, será hembra y sin defecto. 33Pondrá la mano sobre la cabeza de la víctima y la degollará en sacrificio expiatorio en el matadero de los holocaustos.
34>>El sacerdote, mojando un dedo en la sangre de la víctima, untará los salientes del altar de los holocaustos y derramará toda la sangre al pie del mismo altar. 35Le quitará toda la grasa, como al cordero de los sacrificios de comunión, y la dejará quemarse sobre el altar en oblación al Señor. El sacerdote expía así por su transgresión, y queda perdonado".

Explicación.

4,2 "Por inadvertencia": en un grado implica negligencia o desatención. La presente ley puede servir para educar la atención del pueblo a la ley divina; un modo de desarrollar la conciencia (con tal de no caer en escrúpulo). En otro grado la inadvertencia es plenamente involuntaria. Aun así, perturba un orden objetivo establecido, y la perturbación puede alcanzar dialécticamente al transgresor y causarle algún daño, si el orden no se restablece con un sacrificio. El orden perturbado consiste en la relación del hombre con Dios, de la comunidad con el Señor de la alianza. Así pues, la ley educa a respetar el orden objetivo, a no contentarse con buenas intenciones. Se trata de "prohibiciones", que en lenguaje moral obligan "siempre y por siempre"; pero no se menciona el grado objetivo de gravedad; el capítulo siguiente mencionará algunos casos concretos.

Sobre el tema puede leerse la distinción análoga de Nm 15,22-31 referida al homicidio voluntario o involuntario. Véase también la gradación de Sal 19,22-31 referida al homicidio voluntario o involuntario. Véase también la gradación de Sal 19,12-14. "Caer en la cuenta" es descubrir, conocer y reconocer; antes de conocerlo, no eran responsables, pero eran causa; una vez conocido, sería culpa formal no reconocerlo. En todo caso, el hombre reconoce con estos ritos su limitación radical, su imperfección constitutiva respecto a Dios. Los ritos de la sangre y el fuego pueden expresar dramáticamente estos sentimientos religiosos. En la igualdad del acto psicológico cuenta la diferencia de las personas, por las consecuencias que con su transgresión pueden acarrear a la comunidad o al individuo.

4,3 El sacerdote que es "ungido" es el sumo sacerdote, que representa cúlticamente al pueblo entero y puede acarrearle graves daños. "Transgresión" es en hebreo un término que originariamente significaba fallar el tiro, marrar, no dar en el blanco; la expiación pretende deshacer, anular el fallo (desfallar, en hebreo).

4,4,12 El rito para restablecer el orden perturbado es minucioso y complejo. El autor identifica tranquilamente la "tienda del encuentro" con el santuario de los dos altares y la cortina. La ceremonia se hace "en presencia del Señor". Se divide en tres fases: la  sangre, la grasa y vísceras selectas, el resto. Una parte menor de la sangre es rociada sobre el altar del incienso o "sahumerio", el resto se derrama sobre el altar de los holocaustos. Una parte se quema en honor del Señor; no todo, no es holocausto. No hay banquete sacrificial, falta el elemento gozoso en el rito. El resto se quema en lugar puro, pero no sagrado: fuera del campamento; no es cremación sacrificial.

4,13-14 El sujeto es ahora la comunidad de la alianza, como indica la terminología hebrea. El aspecto psicológico cede al social: la comunidad como tal ha cometido la transgresión que compromete a todos. No explica cómo caen en la cuenta más tarde de su transgresión; quizá porque sufren una desgracia colectiva. Lo importante es que, en el momento en que llega el hecho a la conciencia, se ha de poner en movimiento el rito de la expiación. Es el mismo que en el caso anterior; sólo que son los ancianos, representantes de la comunidad, quienes ponen la mano sobre la víctima.

4,15 Mal 3,8.

4,16 La ceremonia corresponde al sumo sacerdote; pero la víctima la han degollado los ancianos representantes.

4,20 Aquí explica el efecto del rito. Expiar es apartar del hombre el pecado y sus consecuencias; el perdón lo concede Dios (pasiva teológica).

4,22 "Jefe" con artículo determinado podría ser el rey. Sin determinación puede ser uno entre varios; en todo caso designa un cargo alto. No se dice que su acción comprometa a la comunidad.

4,25-26 El rito es más sencillo (o se simplifica la exposición), la víctima más modesta. No se mencionan la cortina ni el altar del incienso; ni la creación del resto.

Es igual el reparto de funciones: el jefe degüella la víctima, el sacerdote ejecuta él todo el rito.

4,27 Un individuo cualquiera, sin cargo especial. No se dice que su transgresión afecte a la comunidad (compárese con Acán, Jos 7). La víctima baja de valor: una cabra o una oveja. El rito es más sencillo, como en el tercer caso.

El capítulo sabe combinar el aspecto psicológico de la conciencia individual con el social: muestra que la comunidad como tal es también sujeto de reato ante el Señor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario