lunes, 18 de julio de 2016

NÚMEROS. CAPÍTULO 36.

Herencia de las mujeres (Nm 27,1-11)

361Los jefes de familia del clan de los galaaditas, descendientes de Maquir, hijo de Manasés, uno de los clanes de la casa de José, se presentaron a Moisés, a los príncipes y jefes de familia israelita, y declararon:
2-Dios ha ordenado a mi señor que reparta la tierra por suerte a los israelitas. También ha ordenado a mi señor que haga pasar la herencia de Salfajad, nuestro hermano, a sus hijas. 3Pero si se casan con uno de otra tribu israelita, su heredad se sustraerá de la heredad de nuestros padres; la heredad de la tribu a la que ellas pasen aumentará y la que nos tocó a nosotros disminuirá. 4Y cuando llegue el jubileo, la heredad de ellas se sumará a la heredad de la tribu a la que hayan pasado y se sustraerá de la heredad de nuestros padres.
5Entonces Moisés, por mandato del Señor, ordenó a los israelitas:
6-La tribu de los hijos de José tiene razón. El Señor ordena a las hijas de Salfajad: <<Podrán casarse con quien ellas quieran, pero siempre dentro de algún clan de su tribu. 7La heredad de los israelitas no pasará de tribu a tribu, sino que todo israelita queda ligado a la heredad de la tribu paterna. 8Las hijas que posean alguna heredad en cualquiera de las tribus israelitas, se casarán dentro de uno de los clanes de la tribu paterna. Así, cada israelita conservará la heredad de su padre; 9y no pasará una heredad de una tribu a otra, sino que cada tribu estará ligada a su heredad>>.
10Las hijas de Salfajad hicieron lo que el Señor había ordenado a Moisés, 11Majlá, Tirsá, Joglá, Milcá y Noá, hijas de Salfajad, se casaron con primos suyos. 12Se casaron en clanes de los manasitas, tribu de José, conservando su heredad dentro de la tribu a la que pertenecía el clan paterno.
13Estas son las órdenes y las leyes que dio el Señor por medio de Moisés a los israelitas en la estepa de Moab, junto al Jordán, frente a Jericó.

Explicación.

36 Esta ley completa la del cap. 27. Aplicada a un caso particular, tiene fuerza de precedente legal. Está oportunamente colocada antes de la ocupación de la tierra prometida. Véase el caso del libro de Tobías.

NÚMEROS. CAPÍTULO 35.

Ciudades levíticas (Jos 21; Ez 48,13s)


351El Señor habló a  Moisés en la estepa de Moab, junto al Jordán, a la altura de Jericó:

2-Ordena a los israelitas que cedan a los levitas, de su propiedad hereditaria, algunos pueblos con sus ejidos circundantes para vivir; 3tendrán pueblos para vivir y ejidos para sus animales, ganados y bestias. 4Los ejidos de los pueblos que asignéis a los levitas se extenderán en un radio de un kilómetro fuera de los muros. 5Es decir, mediréis un kilómetro desde el muro del pueblo a levante, sur, poniente y norte; el pueblo quedará en medio, y ésos serán sus ejidos. 6Asignaréis a los levitas los seis pueblos de refugio que hayáis cedido para asilo del homicida y otros cuarenta y dos pueblos. 7En total, asignaréis a los levitas cuarenta y ocho pueblos con sus ejidos. 8Esos pueblos se tomarán de la heredad de los israelitas  en proporción a los que tenga cada tribu. Cada una cederá a los levitas pueblos en proporción a la heredad que haya recibido.


Ciudades de asilo (Dt 19,1-13; Jos 20)



9El Señor habló a Moisés:

10-Di a los israelitas: <<Cuando atraveséis el Jordán para entrar en Canaán, 11elegiréis varias ciudades de refugio, donde pueda buscar asilo el que haya matado a alguien sin intención. 12Os servirán de refugio contra el vengador, y así el homicida no morirá antes de comparecer a juicio ante la asamblea. 13Elegiréis seis ciudades de refugio: 14tres al otro lado del Jordán y tres en Canaán. Serán ciudades de asilo. 15Esas ciudades servirán de refugio a los israelitas, a los emigrantes y a los criados que vivan con ellos. Allí podrá buscar asilo el que haya matado a alguien sin intención.
16>>Si lo ha herido con un objeto de hierro y lo ha matado, es homicida. El homicida es reo de muerte. 17Si lo ha herido empuñando una piedra capaz de causar la muerte y lo ha matado, es homicida. El homicida es reo de muerte. 18Si lo ha herido manejando un objeto de madera capaz de causar la muerte y lo ha matado, es homicida. El homicida es reo de muerte. 19Toca al vengador de la sangre matar al homicida: cuando lo encuentre, lo matará.
20>>Si lo ha derribado por odio o ha arrojado contra él algo con toda intención y lo ha matado, 21o lo ha golpeado a puñetazos por enemistad y lo ha matado, entonces el agresor es reo de muerte: es homicida. El vengador de la sangre matará al homicida cuando lo encuentre. 22Si lo ha derribado casualmente, sin odio, o ha arrojado algo contra él sin intención, 23o le ha dado una pedrada mortal sin haberlo visto, y lo mata, sin que le tuviera rencor ni intentase hacerle daño, 24entonces la comunidad juzgará al que hirió y al vengador de la sangre, conforme a estas leyes, 25y salvará al homicida de las manos del vengador de la sangre. La comunidad le dejará volver a la ciudad donde se había refugiado buscando asilo, y allí vivirá hasta que muera el sumo sacerdote ungido con óleo sagrado.
26>>Si el homicida sale fuera de los límites de la ciudad donde se había refugiado buscando asilo, 27y el vengador de la sangre lo encuentra fuera de los límites de la ciudad donde se había refugiado, y lo mata, no hay delito. 28Porque el homicida debe vivir en la ciudad donde se había refugiado, hasta que muera el sumo sacerdote. Y cuando el sumo sacerdote muera, el homicida podrá volver a la tierra donde se encuentra su heredad.
29>>Son normas de justicia para vosotros, para todas vuestras generaciones y en todos vuestros poblados.
30>>En casos de homicidio, se dará muerte al homicida después de oír a los testigos. Pero un testigo no basta para dictar pena de muerte. 31No aceptaréis rescate por la vida del homicida reo de muerte, porque debe morir. 32Tampoco aceptaréis rescate del que buscó asilo en una ciudad de refugio, para dejarle volver a vivir en su tierra, antes de que muera el sumo sacerdote.
33>>No profanéis la tierra en que vivís: con la sangre se profana la tierra, y por la sangre derramada en tierra no hay más expiación que la sangre del que la derramó. 34No contaminéis la tierra en que vivís y en la que yo habito. Porque yo, el Señor, habito en medio de los israelitas>>.

Explicación.


35,1-8 Esta teoría de las ciudades levíticas ¿es pura ficción del autor sacerdotal o preserva elementos reales? Desde luego es artificial la concepción de los egidos o prados, en círculo (4) o en cuadro (5) en torno a las ciudades. ¿También es artificial el resto?


Sobre los levitas hay testimonios diversos no concordantes. Algunos textos los presentan como pobretones, miembros de un proletariado constituido por viudas, huérfanos y emigrantes (Dt 14,27; 16,11.14; 26,13). Otros textos suponen que viven del culto en cualquier ciudad (Dt 18,1-2), porque no poseen terrenos (diezmos Nm 18,20-24; ofertas voluntarias Dt 12,12; 14,27; Jos 13,14.33). Otros textos suponen a los levitas concentrados en Jerusalén.

El presente capítulo los presenta dispersos por las tribus y les asigna propiedades rústicas; no distingue una clase sacerdotal de una levítica. Pero habla de "residir" y no llama "heredad" a los predios cedidos. Si con los datos divergentes se reconstruye una historia hipotética, el capítulo presente habría preservado algunas prácticas antiguas. Jos 21 ofrece un mapa detallado de estas ciudades o pueblos.

35,9-24 Sobre el tema véanse Jos 20 y Dt 4,41-43. En la organización de tribus, clanes y familias, los parientes tienen obligaciones jurídicas respecto a los terrenos -rescatarlos para que queden dentro de la familia- y respecto a las vidas -vengando sangre con sangre-. La presente ley pretende asegurar un juicio de culpabilidad antes de cualquier sentencia capital. La ley es una institución humanitaria. En caso de culpabilidad demostrada, la ejecución legal de la sentencia toca al "vengador" de la familia. Por tanto, no se trata de "venganza" personal, al estilo de Lamec, sino del ejercicio de la justicia vindicativa, de la que es garante la "asamblea" israelita. Esta asamblea no es el concejo municipal, sino una instancia superior que habría que imaginar centralizada.

"Sin intención" es en hebreo la misma fórmula que "por inadvertencia"; la ley tiene en cuenta el factor psicológico de la conciencia en el reato (Ex 21,13-14). Además, el refugio está patente también para emigrantes y empleados: la provisión no es discriminatoria. Tradicionalmente el derecho de asilo ha sido competencia de templos y lugares sagrados; el templo de Jerusalén conservó dicha función.

35,13-14 La distribución a ambos lados del Jordán responde a la época anterior al destierro.

35,16-23 Una serie de datos o indicios ayudarán para determinar la culpabilidad o inocencia (cfr. Ex 21,12-14 y Dt 19,4-12): el instrumento usado, enemistad precedente, premeditación.

35,19 Gn 4,14s.

35,25 La indicación del tiempo confiere cierto carácter de detención a la vida en la ciudad de asilo: el refugiado ¿llevaba consigo a la familia?, ¿de qué vivía? Indirectamente inculca el cuidado con la vida ajena.

35,26-28 Véase un caso semejante en 1 Re 2,36-46: el rey asigna a una casa función de asilo o de lugar de arresto domiciliario.

35,30 Véase Dt 17,6.

35,31 Véase Sal 49.

35,33-34 La razón de la ley es la santidad del Señor que habita en la tierra y quiere defender la vida.

NÚMEROS. CAPÍTULO 34.

341El Señor dijo a Moisés:
2-Ordena a los israelitas: <<Cuando entréis a Canaán, estáis en la tierra que os toca en heredad: Canaán con sus fronteras.
3>>La zona del sur limitará por el desierto de Sin con Edom. La frontera del Sur arrancará del extremo del Mar Muerto por oriente, 4torcerá hacia el sur por Maale Acrabbim*, y pasando por Sin dará al sur de Cades Barne; 5seguirá por Jasar Addar* y pasará por Asemán; en Asemán torcerá hacia el torrente de Egipto, para terminar en el mar.
6>>La frontera del Oeste será el Mar Mediterráneo: es la frontera occidental.
7>>La frontera del Norte la marcaréis arrancando del Mar Mediterráneo hasta el Monte Hor; 8de allí seguiréis hasta la entrada de Jamat, llegando hasta Sedadá. 9Seguirá por Zefrón, para terminar en Jasar Enán*. Es la frontera septentrional.
10>>La frontera del Este la marcaréis desde Jasar Enan hasta Safán; 11bajará desde allí hacia Rebla, al este de Enán*; seguirá bajando bordeando por el este el Lago de Genesaret; 12seguirá bajando a lo largo del Jordán, para concluir en el Mar Muerto.
>>Esa es vuestra tierra y los límites que la rodean>>.
13Moisés ordenó a los israelitas:
-Esa es la tierra que repartiréis a suertes y que el Señor ha ordenado dar a las nueve tribus y media. 14Porque la tribu de Rubén por familias y la tribu de Gad por familias han recibido ya su heredad, lo mismo que media tribu de Manasés. 15Esas dos tribus y media han recibido ya su heredad al otro lado del Jordán, frente a Jericó, al oriente.
16El Señor habló a Moisés:
17-Lista de personas que os repartirán la tierra: el sacerdote Eleazar y Josué, hijo de Nun. 18Además, un jefe por cada tribu para repartir la tierra. 19Esta es la lista de los jefes: por la tribu de Judá, Caleb, hijo de Jefoné; 20por la tribu de Simeón, Samuel, hijo de Amihud; 21por la tribu de Benjamín, Eliad, hijo de Caselón; 22por la tribu de Dan, el príncipe Boquí, hijo de Yoglí. 23Por los hijos de José: por la tribu de Manasés, el príncipe Janiel, hijo de Efod; 24por la tribu de Efraín, el príncipe Camuel, hijo de Seftán; 25por la tribu de Zabulón, el príncipe Elisafán, hijo de Parnac; 26por la tribu de Isacar, el príncipe Paltiel, hijo de Azán; 27por la tribu de Aser, e príncipe Ajihud, hijo de Salomí; 28por la tribu de Neftalí, el príncipe Fedael, hijo de Amihud.
29A éstos encargó el Señor repartir a los israelitas la heredad en la tierra de Canaán.

Explicación.

34 Compárense estas fronteras del territorio nacional con las de Jos 15,1-14 y Ez 47,13-20. El mapa es ideal: considera el territorio en la época de máxima extensión, bajo David.

34,3-5 Es frecuente mencionar Berseba como extremo meridional. La línea aquí trazada va muy por debajo.

34,4 * = Cuesta de los alacranes.

34,5 = Aldeanoble.

34,6 Supone dominados o desaparecidos los filisteos.

34,7-9 Más al norte de Beirut. Otro límite tradicional fue Dan, al pie del Hermón.

34,9 * = Aldeafuente.

34,10-12 Salvo una cuña al norte, la frontera oriental es el Jordán. Por lo que sigue, se entiende que es el territorio de diez tribus.

34,11 * = Lafuente.

34,16-28 La lista responde a la del censo (cap.1), con las debidas adaptaciones: Moisés y Aarón son reemplazados por Josué y Eleazar; los nombres son nuevos, excepto Caleb; se cuentan diez, excluyendo a las tribus orientales. El reparto es también tarea de toda la comunidad, por medio de sus representantes.

NÚMEROS. CAPÍTULO 33.

331Etapas del viaje de los israelitas cuando salieron de Egipto, por escuadrones, bajo la guía de Moisés y Aarón. 2Moisés registró las etapas de la marcha, según la orden del Señor.
3El día quince del primer mes, el día siguiente a la pascua, salieron decididos de Rameses, a la vista de los egipcios. 4Los egipcios estaban todavía enterrando los primogénitos que el Señor había hecho morir para hacer justicia de sus dioses.
5Los israelitas salieron de Rameses y acamparon en Sucot.
6Salieron de Sucot y acamparon en Etán, al borde del desierto.
7Salieron de Etán, volvieron a Pi Hajirot frente a Balsafón y acamparon frente a Migdol.
8Salieron de Pi Hajirot*, atravesaron el mar hacia el desierto, caminaron tres días por el desierto de Etán y acamparon en Mara.
9Salieron de Mara* y llegaron a Elín donde había doce fuentes y setenta palmeras, y acamparon allí.
10Salieron de Elín y acamparon junto al Mar Rojo.
11Salieron del mar Rojo y acamparon en el desierto de Sin*.
12Salieron del desierto de Sin y acamparon en Dofca.
13Salieron de Dofca y acamparon en Alús.
14Salieron de Alús y acamparon en Rafidín, donde no encontraron agua para el pueblo.
15Salieron de Rafidín y acamparon en el desierto del Sinaí.
16Salieron del desierto de Sinaí y acamparon en Quibrot Hatavá*.
17Salieron de Quibrot Hatavá y acamparon en Jaserot*.
18Salieron de Jaserot y acamparon en Ritmá*.
19Salieron de Ritmá y acamparon en Rimón Pares*.
20Salieron de Rimón Pares y acamparon en Libná*.
21Salieron de Libná y acamparon en Risá*.
22Salieron de Risá y acamparon en Quehelata*.
23Salieron de Quehelata y acamparon en el Monte Safer.
24Salieron de Monte Safer y acamparon en Jarada*.
25Salieron de Jarada y acamparon en Maquelot*.
26Salieron de Maquelot y acamparon en Tajat*.
27Salieron de tajat y acamparon en Taraj.
28Salieron de Taraj y acamparon en MItcá.
29Salieron de Mitcá* y acamparon en Jasmoná.
30Salieron de Jasmoná y acamparon en Moserot*.
31Salieron de Moserot y acamparon en Bene Yacán.
32Salieron de Bene Yacán y acamparon en Jor Haguidgad*.
33Salieron de Jor Haguidgad y acamparon en Yotbata.
34Salieron de Yotbata y acamparon en Abroná.
35Salieron de Abrná y acamparon en Esión Gueber*.
36Salieron de Esión Gueber y acamparon en el desierto de Sin*, en Cades.
37Salieron de Cades y acamparon en el Monte Hor, al extremo del territorio de Edom. 38El sacerdote Aarón subió al Monte Hor, por mandato del Señor, y allí murió a los cuarenta años de la salida de Egipto, el día primero del quinto mes. 39Aarón murió en la cima del Monte Hor a la edad de ciento veintitrés años.
40El rey cananeo de Arad, que habitaba el Negueb, en territorio cananeo, se enteró de que se acercaban los israelitas.
41Salieron de Monte Hor y acamparon en Samoná*.
42Salieron de Salmoná y acamparon en Punón.
43Salieron de Punón y acamparon en Obot*.
44Salieron de Obot y acamparon en Ruinas de Abarín, en la frontera de Moab.
45Salieron de Ruinas de Abarín y acamparon en Dibón Gad.
46Salieron de Dibón Gad y acamparon en los montes de Abarín, frente a Nebo.
48Salieron de los Montes de Abarín y acamparon en la estepa de Moab, junto al Jordán, a la altura de Jericó.
49En la estepa de Moab acamparon a lo largo del Jordán, desde >Bet Yesimot hasta Abel Sitín.
50En la estepa de Moab, junto al Jordán, a la altura de Jericó, el Señor habló a Moisés:
51-Di a los israelitas: <<Cuando atraveséis el Jordán para entrar en el territorio de Canaán, 52expulsaréis a todos sus habitantes, destruiréis sus ídolos e imágenes y demoleréis sus santuarios. 53Ocupad la tierra y habitadla, pues os la doy en posesión. 54Os la repartiréis a suertes entre los clanes. Cada uno recibirá una heredad proporcional al número de registrados. Cada tribu ocupará la parte que le toque por suerte. 55Si no expulsáis a los habitantes del país, entonces los que queden serán para vosotros espinas en los ojos y aguijones en el costado, y os atacarán en la tierra que vais a habitar. 56Y yo os trataré a vosotros como había pensado tratarlos a ellos>>.

Explicación.

33 La estancia de los israelitas en el desierto se imagina o se describe como un tiempo de vida nomádica o seminomádica, sin itinerarios precisos. Las narraciones de Éxodo y Números confirman a su modo el desorden de la marcha. El autor sacerdotal ha transformado esos años en una especie de ruta de caravanas, jalonada por unos cuarenta nombres y enmarcada en un par de fechas.

Algunos encajan bien en zonas desérticas o esteparias: Ritma = Retamar, Sin = Espinar, Jaserot = Corrales, Sucot = Chozas; otros aluden a plantas: Elim = Tamariscos, Rimmon = Granado, Sitim = Acacias; otros a accidentes del terreno: Hajirot = Los Barrancos, Tajat = Hondón, Jor Haguidgad = Cueva Rajada; hay una Mara = Amarga, una Mitcá = Dulce, una Salmoná = Umbría, pero la etimología puee ser deducción falaz, simple coincidencia o semejanza fonética.

Es posible que el autor haya jutilizado una o varias listas de nombres, quizá de caravanas; con ellas crea la ilusión de un Moisés que apunta solícitamente las etapas del viaje.

33,3-4 La salida de Egipto está dicha en un resumen expresionista: dioses sentenciados, muchos ciudadanos enterrando a sus muertos, y viendo con qué seguridad se marchan los hebreos.

33,5-8 Corresponden a un itinerario septentrional, bordeando la costa.

33,8-16 El itinerario tuerce hacia el sur y se dirige al Sinaí. Ruta tradicional de mineros y caravanas.

33,8 * = Los Barrancos.

33,9 * = Amarga.

33,11 * = Espino.

33,16 * = Tumbas de Avidez.

33,17 * = Corrales.

33,18 * = Retamar.

33,19 * = Granada abierta.

33,20 * = Alba.

33,21 * = Orvallo.

33,22 * = Concejo.

33,24 * = Reunión.

33,26 * = Hondura.

33,29 = La Dulce.

33,30 * = Coyundas.

33,32 * = Cueva rajada.

33,35 * = Floresta del gallo.

33,36 * = Espino.

33,41 * = La Umbría.

33,43 * = Las Animas.

33,39 Etapa especial. Según Ex 7,7, Aarón era tres años mayor que Moisés; con el dato concuerta Dt 34, según el cual Moisés muere a la edad de 120 años.

33,50 Terminado el itinerario, la mirada se vuelve enteramente a la tierra próxima en el espacio y el tiempo.

33,51 Dt 7,1-6.

33,52 Lo primero es un acto de limpieza general. Son las normas que leemos en el código de la alianza (Ex 23,31-33), la renovación de la alianza (Ex 34,11-16) y Dt 7,1-6. Los israelitas preservaron lugares sagrados dedicándolos al nuevo culto y aprovecharon parte del material literario cananeo o se inspiraron en él.

33,54 El reparto como en 26,52-56.

33,55 Cláusula penal condicionada. La tragedia del destierro resuena en estas líneas.

NÚMEROS. CAPÍTULO 32.

Primera ocupación Rubén y Gad


321Los rubenitas y los gaditas poseían inmensos rebaños, y viendo que la tierra de Yazer y de Galaad era excelente para el ganado, 2acudieron a Moisés, al sacerdote Eleazar y a los jefes de la comunidad para proponerles:

3-Atarot, Yazer, Dibón, Nimrá, Jesbón, Elalé, Sbán, Nebo y Beón, 4el territorio de los pueblos que el Señor derrotó al avanzar los israelitas, es tierra buena para ganado, y tus siervos poseen rebaños. 5Por favor, haz que entreguen a tus siervos esa tierra en propiedad, y no pasaremos el Jordán.
6Moisés respondió a los gaditas y rubenitas:
-¿De modo que vuestros hermanos han de ir a la guerra, mientras vosotros os quedáis aquí? 7Vais a desmoralizar a los israelitas y no pasarán a la tierra que piensa darles el Señor. 8Eso es lo que hicieron vuestros padres cuando los envié desde Cades Barne a reconocer el país: 9subieron hasta Torrente de Escol*, reconocieron la tierra y desmoralizaron a los israelitas para que no entraran en la tierra que pensaba darles el Señor. 10Aquel día se encendió la ira del Señor y juró: 11<<Los hombres que salieron de Egipto, de veinte años para arriba, no verán la tierra que prometí a Abrahán, Isaac y Jacob, porque no me han sido fieles. 12Exceptuó a Caleb, hijo de Jefoné, el quenizita, y a Josué, hijo de Nun, porque fueron fieles al Señor>>. 13La ira del Señor se encendió contra Israel, y los zarandeó por el desierto cuarenta años, hasta que se terminó la generación que había hecho lo que el Señor reprueba. 14Y ahora vosotros, caterva de pecadores, sucedéis a vuestros padres, atizando la ira ardiente del Señor. 15Pues si os apartáis de él, otra vez los dejará en el desierto y vosotros seréis los causantes de la destrucción de este pueblo.
16Ellos se acercaron a decirle:
-Construiremos aquí apriscos para los rebaños y poblados para nuestros niños, 17y nosotros iremos aprisa armados delante de los israelitas hasta dejarlos en su lugar; mientras, nuestros niños se quedarán en las plazas fuertes, protegidos de los habitantes del país. 18No volveremos a nuestras casas hasta que cada israelita no haya ocupado su heredad, 19y no repartiremos con ellos la heredad al otro lado del Jordán, sino que nuestra heredad nos tocará a este lado, al este del Jordán.
20Moisés les contestó:
21-Si os armáis para la batalla, como el Señor quiere*, y armados cruzáis el Jordán, como el Señor quiere, hasta que él os quite de delante el enemigo, 22y la tierra queda sometida, como Dios quiere, y sólo después volvéis, entonces seréis inocentes ante el Señor y ante Israel, y esta tierra será de vuestra propiedad por voluntad del Señor. 23Pero si no obráis así, pecaréis contra el Señor, y sabed que vuestro pecado será castigado. 24Ahora, pues, construid poblados para vuestros niños y apriscos para los rebaños, y haced lo que habéis prometido.
25Los gaditas y rubenitas respondieron a Moisés:
26-Tus siervos harán lo que su Señor les manda; nuestros niños, mujeres, ganados y bestias quedarán aquí, en los poblados de Galaad, 27y tus siervos pasarán, todos armados, para luchar, como el Señor quiere y tú nos dices.
28Moisés dio instrucciones acerca de ellos al sacerdote Eleazar, a Josué, hijo de Nun, y a los cabezas de familia en las tribus de Israel.
29-Si los gaditas y rubenitas pasan con vosotros el Jordán, todos armados, para luchar, como el Señor quiere, y la tierra os queda sometida, les daréis la tierra de Galaad en propiedad. 30Pero si no pasan armados con vosotros, recibirán su propiedad en la tierra de Canaán.
31Los gaditas y rubenitas contestaron:
32-Haremos lo que el Señor manda a tus siervos. Nosotros pasaremos armados a la tierra de Canaán, como el Señor quiere, y nos tocará en propiedad una heredad a este lado del Jordán.
33Moisés asignó a los gaditas y rubenitas y a la mitad de la tribu de Manasés, hijo de José, el reino de Sijón, rey de los amorreos, y el reino de Og, rey de Basán, con todas las ciudades y poblados del territorio.
34Los gaditas y rubenitas reconstruyeron Dibón, Atarot, Aroer, 35Sofán, yazer, Bêt Nimrá*, Yogbehá*, 36Bet-Harán, fortificándolas, y apriscos para los rebaños. 37Los rubenitas reconstruyeron Jesbón, Elalé, Quiriatain, 38Nebo, Baal Maón, Sibma, y pusieron nombres nuevos a los poblados reconstruidos. 39Los maquiritas, descendientes de Manasés, fueron y conquistaron Galaad y expulsaron a los amorreos, que habitaban allí. 40Moisés asignó Galaad a la tribu de Maquir, hijo de Manasés, que se estableció allí. 41Yaír, hijo de Manasés, fue y conquistó sus aldeas, y las llamó Aldeas de Yaír. 42Nóbaj fue y conquistó Quenat y los poblados de alrededor, y los llamó con su nombre: Nóbaj.






Explicación.



Según una concepción teórica, el Jordán es el límite oriental de la tierra prometida y las doce tribus de Israel han participado en la conquista. De hecho, dos tribus y media habitan en la región oriental del Jordán, ¿Pertenecen realmente a Israel? ¿Participaron en la conquista? ¿Son fieles al Señor?


El presente capítulo intenta responder a las dos primeras preguntas, mientras que Jos 22 responde a la tercera. Atribuyendo a Moisés la asignación de territorios orientales, queda justificado el territorio israelita de Transjordania. La narración se ocupa de dos tribus: Gad y Rubén; al final, un par de adiciones introducen a media tribu de Manasés y al clan de Maquir. Aunque Rubén figura como primogénito, la tribu fue decayendo en número e influjo (como permiten deducir Gn 49,3 "no serás de provecho", y Dt 33,6 "no muera"). De Gad alaba la valentía Gn 49,19, y menciona su crecimiento y poder Dt 33,20-21. La distribución de Manasés a caballo del Jordán, en dos mitades, está atestiguada por la tradición. La interpretación del capítulo forma parte del gran problema de la sedentarización: ¿cómo llegaron los israelitas a ocupar Palestina? Los datos del libro se reparten entre la imagen de conquista militar con ocupación de poblados ya existentes, y la imagen de penetración pacífica con fundación de poblados en territorio despoblado. De las localidades citadas tres pertenecían al reino de Sijón (Nm 21), otras a Moab (Is 15-16). El estilo es prolijo, reiterativo; como si se tratase de un delicado asunto jurídico que hay que sujetar por todo su contorno.

32,1 La región de Galaad (al sur del Yaboc) era zona de pastos, dedicada prevalentemente al pastoreo.

32,3-4 Pertenecía a Israel por derecho de conquista, porque el Señor había derrotado a sus habitantes.

32,6-15 Moisés pronuncia un discuro de tono profético, recriminatorio. Negarse ahora a cruzar el Jordán es repetir lo que hicieron los de la generación precedente cuando se negaron a penetrar en la tierra por el sur. Detenerse en este momento equivale a apartarse o apostatar del Señor, con consecuencias fatales para todo el pueblo, que se sentirá desmoralizado; ¿va a estar condenada la segunda generación a consumir sus días en el desierto?

32,9 * = Racimo. Nm 13-14.

32,16-19 La propuesta de Rubén y Gad resuelve el problema: asegura el alcance comunitario de la empresa, incluso ellos serán la vanguardia de la penetración. "Armados": dudoso; otras lecturas: presurosos, en escuadrones de cincuenta.

32,20-23 Es llamativo el martilleo del nombre de Yhwh en esta alternativa condicionada: seis veces en poco espacio, de ellas cuatro en la fórmula lipne Yhwh, que se puede traducir por "delante de Yhwh" o "de acuerdo con".

32,21 * = O: delante del Señor.


32,30 La alternativa suena extraña, pero subraya la teoría. Si se han establecido al este del río, es porque han luchado al oeste.


32,33 Esta adición ensancha la sentencia: introduce a Manasés y engloba el territorio de Basán, cuya conquista militar se atribuye a dos hijos (dos clanes) de Manasés.

32,35 * = Casapantera; * = Cimera.

32,39-42 El final del capítulo es como el comienzo del libro de Josué: presenta el hecho cmo verdadera conquista militar.

NÚMEROS. CAPÍTULO 31.

Guerra santa (Dt 20)

311El Señor dijo a Moisés:
2Primero vengarás a los israelitas de los madianitas, después te reunirás con los tuyos.
3Moisés dijo al pueblo:
-Escoged hombres de entre vosotros y armadlos para la guerra; atacarán a Madián para ejecutar en ellos la venganza del Señor. 4Armad para la guerra mil hombres de cada tribu de Israel.
5Así, movilizaron para la guerra doce mil hombres, mil por cada tribu de Israel.
6Moisés los envió a la batalla, mil por cada tribu, a las órdenes de Fineés, hijo de Eleazar, con las armas sagradas y las cornetas para el toque de zafarrancho. 7Presentaron batalla a Madián, como el Señor había mandado a Moisés, y mataron a todos los varones. 8Y mataron a los reyes de Madián con los demás caídos: Eví, Requen, Zur, Jur y Reba, los cinco reyes de Madián. Y también pasaron a cuchillo a Balaán, hijo de Beor. 9Hicieron cautivos a las mujeres y niños de Madián y saquearon sus bestias, su ganado y sus riquezas. 10Incendiaron todas las ciudades habitadas y los poblados, 11y se llevaron todos los despojos, hombres y animales. 12Trajeron los prisioneros, el botín y los despojos a Moisés, al sacerdote Eleazar y a toda la comunidad de Israel, que acampaba en la estepa de Moab, junto al Jordán, frente a Jericó.
13Moisés con el sacerdote Eleazar y los jefes de la comunidad salieron a recibirlos fuera del campamento. 14Moisés se encolerizó con los jefes de la tropa, generales y capitanes que volvían de la batalla, 15y les dijo:
16-¿Por qué habéis dejado con vida a las mujeres? Son ellas las que, instigadas por Balaán, hicieron a los israelitas traicionar al Señor por Baal Fegor, y por ellas hubo una mortandad en la comunidad del Señor. 17Ahora, pues, dad muerte a todos los varones, incluidos los niños, y a todas las mujeres que hayan tenido relaciones con hombres. 18Las niñas y las jóvenes que no hayan tenido relaciones con hombres dejadlas vivas. 19Vosotros acampad fuera del campamento siete días. Los que hayan matado a alguno o hayan tocado algún muerto se purificarán con sus cautivos el día tercero y el séptimo. 20Purificad también toda la ropa, los objetos de piel o de pelo de cabra y los utensilios de madera.
21El sacerdote Eleazar dijo a los guerreros que habían vuelto de la batalla:
-Estas son las prescripciones que el Señor ha dado a Moisés: 22Oro, plata, bronce, hierro, estaño y plomo, 23todo lo que resiste el fuego, lo purificaréis a fuego y lo lavaréis con agua lustral, y lo que no resiste el fuego lo lavaréis con agua. 24Lavad los vestidos el día séptimo para que queden limpios, y así entraréis en el campamento.

Botín (1 Sm 30,21-25)

25El Señor dijo a Moisés:
26-Haced la cuenta del botín capturado, de hombres y animales, tú con el sacerdote Eleazar y los cabezas de familia. 27Dividirás a medias el botín entre los soldados que fueron a la batalla y el resto de la comunidad. 28Cobra un tributo para el Señor a los soldados que fueron a pelear: el uno por quinientos, de hombres, vacas, asnos y ovejas, 29deducido de la mitad que les toca, y entrégaselo al sacerdote Eleazar como tributo para el Señor. 30De la otra mitad, de la porción de los israelitas, cobrarás el uno por cincuenta, de hombres, vacas, asnos, ovejas y toda clase de animales, y se lo entregarás a los levitas que atienden a las funciones del templo del Señor.
31Moisés y el sacerdote Eleazar hicieron lo que el Señor mandaba a Moisés.
32Censo del botín que capturaron las tropas: ovejas, seiscientas setenta y cinco mil; 33vacas, setenta y dos mil; 34asnos, sesenta y un mil; 35mujeres que no habían tenido que ver con hombres, treinta y dos mil.
36Porción que tocó a los que habían luchado: ovejas, trescientas y siete mil quinientas; 37tributo de ovejas para el Señor, seiscientas setenta y cinco; 38vacas, treinta y seis mil; de ellas, tributo para el Señor, setenta y dos; 39asnos, treinta mil quinientos, de los cuales, tributo para el Señor, sesenta y uno; 40seres humanos, dieciséis mil; de ellos, tributo para el Señor, treinta y dos.
41Moisés entregó el tributo del Señor al sacerdote Eleazar, como le había mandado el Señor.
42De la otra mitad, que Moisés había requisado a los soldados para los demás israelitas, 43el censo fue el siguiente: ovejas, trescientas treinta y siete mil quinientas; 44vacas, treinta y seis mil; 45asnos, treinta mil quinientos; 46seres humanos, dieciséis mil; 47de ellos, Moisés tomó un tributo del dos por ciento, de hombre y animales, y lo entregó a los levitas que atienden a las funciones del templo del Señor, como lo había mandado el Señor.
48Los mandos de las tropas, generales y capitanes, se acercaron a Moisés 49y le dijeron:
-Tus siervos han hecho el censo de los soldados bajo su mando, y no falta ni uno. 50Por eso cada uno de nosotros ofrece al Señor, en reconocimiento por haber salvado la vida, de lo que ha capturado, objetos de oro, ajorcas, brazaletes, anillos, pendientes y cuentas.
51Moisés y el sacerdote Eleazar recibieron el oro que les ofrecían, todo ello en artículos de orfebrería. 52El oro del tributo ofrecido al Señor pesó mil seiscientos setenta y cinco siclos. 53Los soldados lo habían recogido como botín para sí mismos. 54Moisés y el sacerdote Eleazar recibieron de los generales y capitanes el oro y lo llevaron a la tienda del encuentro, como recuerdo de los israelitas ante el Señor.

Explicación.

31 Es una construcción con apariencia narrativa para ilustrar usos o teorías militares: el exterminio de la población como medida excepcional, la purificación después de la batalla, el reparto del botín y la contribución a sacerdotes y levitas. Casi todo es artificial y esquemático en la presentación. Los datos están tomados de diversos relatos, en particular de los Jueces. Isaías habló del "día de Madián" (Is 9,3) refiriéndose a la victoria de Gedeón (Jue 7-8); nuestro autor fabrica otro día de Madián, más antiguo, ejemplar y precedente de una ley.

31,1-2 Empalman el capítulo con el episodio de Baal Fegor (cap. 25), como muestra la reaparición de personajes. Ello puede explicar que no sea Josué el general de la campaña, aunque se supone ya nombrado sucesor, sino el levita que dio la primera lanzada. Pero mezclar a Balaán en el asunto es invención de quien redacta esta página.

31,3-6 La razón de la guerra es "vengar a Yhwh de Madián". Venganza equivale a justicia vindicativa, a ejecución de una pena grave por una ofensa gravísima. El Señor fue ofendido, el pueblo entero fue perjudicado; de todas las tribus han de participar soldados en la empresa como milicias del Señor. Será una empresa sagrada: general un levita, armas y trompetas, consagradas

31,7-8 No describe la batalla, solamente anuncia el fantástico y fulminante resultado. Los nombres de los reyes pueden remontarse a tradición antigua, como también la organización de una pentarquía. Aunque Balaán no era madianita, al autor le convenía que se encontrase allí.

31,9 La palabra hebrea designa niños pequeños, es decir, todavía dependientes de las madres.

31,12 Esto significa que el botín no es del soldado que lo toma, sino de la comunidad que lo repartirá.

31,13 Fuera del campamento, porque se encuentran en estado de impureza.

31,16 Nm 25,1-3.

31,17-18 Los niños varones garantizan la continuidad del pueblo que se pretende extinguir. Las jóvenes solteras y las niñas se podrán incorporar por matrimonio a la comunidad judía. Las mujeres que han pertenecido a maridos paganos, enemigos (nosotros las llamaríamos viudas de guerra) no son aceptables en la comunidad ni como esclavas; deben morir. Aunque el relato sea ficción del autor, es duro leer que es la venganza de Yhwh. El autor piensa todavía en categorías de culpa colectiva o de consecuencias colectivas, y siente la amenaza a la fidelidad de su pueblo como mal supremo que hay que evitar sin piedad.

31,19-20 Esta purificación es una novedad. De ella deducimos que el autor piensa que toda guerra induce impureza, por el contacto con muertos; en otras palabras, la guerra es en cierto modo reino de la muerte.

31,20 Nm 19,11-22.

31,25-27 Se trata de reglamentar el reparto del botín: según la norma establecida por David (1 Sm 30,23-25). Compárese con Jos 7,21 y 2 Re 7,8. El reparto es a medias entre los dos grupos; pero hay que notar: que el grupo de combatientes es mucho menor, doce mil de seiscientos mil; que los mandos del ejército reciben porciones especiales (cfr. Jue 8,24-25; 2 Sm 8,7-8). Por lo tanto, el reparto no es igualitario.

31,28-30 Además -el autor no olvida-, del botín toca un tanto por ciento al Señor y otro a los levitas. Es lógico, ya que la campaña fue sagrada y la victoria fue don del Señor.

31,32-47 El botín es tan fantástico como la victoria.

31,52 El siclo equivale a 8,33 gramos.

NÚMEROS. CAPÍTULO 30.

301Moisés habló a los israelitas conforme el Señor le había ordenado.

Ley sobre los votos (Dt 23,22-24)

2Moisés habló a los jefes de las tribus de Israel:
3-Esto es lo que ordena el Señor: Cuando un hombre haga un voto al Señor o se comprometa a algo bajo juramento, no faltará a su palabra: como lo dijo lo hará.
4<<Cuando una mujer en su juventud, mientras vive con su padre, haga un voto o adquiera un compromiso, 5si su padre, al enterarse del voto o del compromiso, no dice nada, entonces sus votos son válidos y quedan en pie los compromisos. 6Pero si su padre, al enterarse, lo desaprueba, entonces no quedan en pie sus votos ni el compromiso. El Señor la dispensa, porque su padre lo ha desaprobado.
7>>Y si se casa, estando ligada por el voto o por el compromiso que salió de sus labiios por irreflexión, 8y al enterarse el marido no le dice nada, entonces los votos son válidos y quedan en pie los compromisos; 9pero si al enterarse el marido lo desaprueba, entonces anula el voto que la ligaba y los compromisos salidos de sus labios. El Señor la dispensa.
10>>El voto de la viuda y de la repudiada y los compomisos que adquiere son válidos.
11>>Cuando una mujer hace un voto en casa de su marido o se compromete a algo bajo juramento, 12si su marido, al enterarse, no dice nada y no lo desaprueba, entonces sus votos son válidos y quedan en pie los compromisos; 13pero si su marido, al enterarse, los anula, entonces todo lo que salió de sus labios, votos y compromisos, son inválidos. Su marido lo ha anulado y Dios la dispensa.
14>>El marido puede ratificar o anular todo voto o juramento de hacer una penitencia. 15Pero si a los dos días el marido no le ha dicho nada, entonces ratifica todos los votos y compromisos que la ligan: los ratifica con el silencio que guardó al enterarse; 16y si los anula más tarde,cargará él con la culpa de ella>>.
17Estas son las órdenes que dio el Señor a Moisés para marido y mujer, para padre e hija cuando aún joven vive con su padre.

Explicación.

30 Sobre votos pueden consultarse: Lc 5 y 27; Nm 6; Dt 23; Ecl 5,3-4; también los salmos mencionan los votos (22,26; 61,6; 65,2; 76,12). Aquí el autor trata de los votos de las mujeres, y sólo por contraste introduce el voto del hombre. El varón es sui iuris e independiente; lo mismo la mujer viuda o divorciada. La soltera está bajo la patria potestad, la casada, bajo la autoridad del marido; el caso de una soltera adulta ni se considera. Ambas instancias se extienden a las relaciones religiosas de la mujer con Dios.

Como se trata de votos de ofrecer algo, sacrificios u ofrendas, que tocan la propiedad del padre o del marido, se explican las normas de cautela. Ni la soltera ni la casada poseen en propiedad. La ley tiende a defender la validez de los votos. Ha de intervenir un acto positivo y expreso de anulación para invalidad el voto. El silencio consciente se interpreta como aprobación: quien sabiendo calla, otorga. Dios ratifica la anulación y dispensa del voto.

Con sus distinciones y subdistinciones, este texto es un buen ejemplo de casuística jurídica. Las normas van dirigidas a los "jefes de tribus", o sea, a las autoridades laicas. La expresión "sale de la boca" indica que el voto ha sido formulado concretamente; delata la concepción material hebrea de la palabra, que sale de la boca, viaja por el aire y entra por el oído.

NÚMEROS. CAPÍTULO 29.

291 [F] >>El primer día del séptimo mes tendréis asamblea litúrgica y no haréis trabajo alguno. Ese día será para vosotros día de aclamación. 2Ofreceréis en holocausto de aroma que aplaca al Señor un novillo, un carnero y siete corderos añales sin defecto, 3con una ofrenda de flor de harina amasada con aceite: sesenta y seis decilitros por el novillo, cuarenta y cuatro decilitros por el carnero 4y veintidós decilitros por cada uno de los siete corderos. 5Ofreceréis un macho cabrío en sacrificio expiatorio para expiar por vosotros, 6además del holocausto mensual con su ofrenda y del holocausto diario con su ofrenda, junto con sus libaciones, según lo prescrito. Es oblación de aroma que aplaca al Señor.
7[G] >> El décimo día del mismo mes séptimo tendréis asamblea litúrgica y haréis penitencia y no haréis trabajo alguno. 8Ofreceréis en holocausto de aroma que aplaca al Señor un novillo, un carnero y siete corderos añales sin defecto: 9con una ofrenda de flor de harina amasada con aceite: sesenta y seis decilitros por el novillo, cuarenta y cuatro decilitros por el carnero 10y veintidós decilitros por cada uno de los siete corderos. 11Ofreceréis un macho cabrío en sacrificio expiatorio, además del sacrificio expiatorio del día de la expiación del holocausto diario, con sus ofrendas y libaciones.
12[H] >> El día quince del séptimo mes tendréis asamblea litúrgica y no haréis trabajo alguno. Celebraréis fiesta en honor del Señor durante siete días. 13Ofreceréis en holocausto oblación de aroma que aplaca al Señor, trece novillos, dos carneros y catorce novillos añales sin defecto, 14con una ofrenda de flor de harina amasada con aceite: sesenta y seis decilitros por cada uno de los trece novillos, cuarenta y cuatro decilitros por cada uno de los dos carneros 15y veintidós decilitros por cada uno de los catorce corderos. 16Ofreceréis un macho cabrío en sacrificio expiatorio, además del holocausto diario, con su ofrenda y su libación.
17>> El segundo día ofreceréis doce novillos, dos carneros y catorce corderos añales sin defecto, 18con las ofrendas y libaciones correspondientes al número de novillos, carneros y corderos. 19Ofreceréis un macho cabrío en sacrificio expiatorio, además del holocausto diario, con su ofrenda y sus libaciones.
20>>El tercer día ofreceréis once novillos, dos carneros y catorce corderos añales sin defecto 21con las ofrendas y libaciones correspondientes al número de novillos, carneros y corderos. 22Ofreceréis un macho cabrío en sacrificio expiatorio, además del holocausto diario, con su ofrenda y sus libaciones.
23>>El cuarto día ofreceréis diez novillos, dos carneros y catorce corderos añales sin defecto 24con las ofrendas y libaciones correspondientes al número de novillos, carneros y corderos. 25Ofreceréis un macho cabrío en sacrificio expiatorio, además del holocausto diario, con su ofrenda y su libación.
26>>El quinto día ofreceréis nueve novillos, dos carneros y catorce corderos añales sin defecto 27con las ofrendas y libaciones correspondientes al número de novillos, carneros y corderos. 28Ofreceréis un macho cabrío, además del holocausto diario, con su ofrenda y su libación.
29>>El sexto día ofreceréis ocho novillos, dos carneros y catorce corderos añales sin defecto 30con las ofrendas y libaciones correspondientes al número de novillos, carneros y corderos. 31Ofreceréis un macho cabrío en sacrificio expiatorio, además del holocausto diario, con su ofrenda y su libación.
32>>El séptimo día ofreceréis siete novillos, dos carneros y catorce corderos añales sin defecto 33con las ofrendas y libaciones correspondientes al número de novillos, carneros y corderos. 34Ofreceréis un macho cabrío en sacrificio expiatorio, además del holocausto diario, con su ofrenda y su libación.
35>>El octavo día tendréis reunión solemne y no haréis trabajo alguno. 36Ofreceréis en holocausto, oblación de aroma que aplaca al Señor, un novillo, un carnero y siete corderos añales sin defecto 37con las ofrendas y libaciones correspondientes al novillo, al carnero y al número de los corderos. 38Ofreceréis un macho cabrío en sacrificio expiatorio, además del holocausto diario, con su ofrenda y su libación.
39>>Haréis todo esto en sus fechas, independientemente de vuestros votos y sacrificios voluntarios, vuestros holocaustos, ofrendas, libaciones y sacrificios de comunión>>.

Explicación.

29,1 Es un primero de mes especial, por ser el séptimo. El autor lo llama día de la aclamación. Aceptando esta interpretación, se conjetura que en dicha fiesta se aclamaba a Yhwh como rey. En textos antiguos la palabra hebrea designa un grito de guerra o "alarido".

29,7 Curiosamente no menciona el rito del macho cabrío expiatorio (Lv 16); menciona la penitencia, no la confesión.

29,12 Más que en otras se aprecia en ésta el horizonte estrecho del culto. Ni siquiera se le da su nombre, fiesta de las chozas, ni se sienten en segundo plano los festejos populares. 


NÚMEROS. CAPÍTULO 28.

281El Señor habló a Moisés:
2-Ordena a los israelitas: Presentadme a su debido tiempo mis ofertas, mis alimentos y las oblaciones de aroma que aplaca. 3Diles también:

Oblaciones que ofreceréis al Señor (Lv 23; Ez 46,1-15)

[A] <<Diariamente dos corderos añales, sin defecto, como holocausto perpetuo. 4Uno de los corderos lo ofrecerás por la mañana y el otro al atardecer, 5junto con la ofrenda de veintidós decilitros de flor de harina amasada con un litro de aceite perfumado. 6Es el holocausto perpetuo que se ofrecía en el monte Sinaí, como aroma que aplaca, oblación al Señor. 7La libación será de un litro por cada cordero. La libación de licor se hará en el templo. 8El segundo cordero lo ofrecerás al atardecer, con la misma ofrenda y la misma libación de la mañana, en oblación de aroma que aplaca al Señor.
9[B] <<El sábado ofrecerás dos corderos añales, sin defecto, con cuarenta y cuatro decilitros de flor de harina amasada con aceite, como ofrenda, y con su libación. 10Es el holocausto del sábado que se añade al holocausto diario y a su libación.
11[C] >>El primero de mes ofreceréis en holocausto al Señor dos novillos, un carnero y siete corderos añales sin defecto. 12Como ofrenda por cada novillo, sesenta y seis decilitros de flor de harina amasada con aceite; por el carnero, una ofrenda de cuarenta y cuatro decilitros de flor de harina amasada con aceite, 13y por cada cordero, una ofrenda de veintidós decilitros de flor de harina amasada con aceite. Es un holocausto, oblación de aroma que aplaca al Señor. 14La libación será de dos litros de vino por cada novillo, de doce decilitros y medio por el carnero y de un litro por cada cordero. Es el holocausto mensual para todos los meses del año. 15Se ofrecerá también al Señor un macho cabrío en sacrificio expiatorio, además del holocausto diario y su oblación.
16[D] >>El día catorce del primer mes se celebra la Pascua del Señor y el día quince es día de fiesta. 17Durante siete días se comerá pan ázimo. 18El primer día os reuniréis en asamblea litúrgica y no haréis trabajo alguno. 19Ofreceréis en oblación, en holocausto al Señor, dos novillos, un carnero y siete corderos añales sin defecto con una ofrenda de flor de harina amasada con aceite: 20sesenta y seis decilitros por cada novillo, cuarenta y cuatro decilitros por el carnero 21y veintidós decilitros por cada uno de los siete corderos. 22Ofreceréis también un macho cabrío en sacrificio expiatorio para expiar por vosotros; 23además del holocausto de la mañana, el holocausto diario. 24Lo mismo haréis cada uno de los siete días: es alimento, oblación de aroma que aplaca al Señor. Haréis eso además del holocausto diario y su libación. 25El séptimo día tendréis asamblea litúrgica y no haréis trabajo alguno.
26[E] >>El día de las primicias, cuando vosotros presentáis al Señor la ofrenda nueva, en la Fiesta de las Semanas, tendréis asamblea litúrgica y no haréis trabajo alguno. 27Ofreceréis como holocausto de aroma que aplaca al Señor dos novillos, un carnero y siete corderos añales 28con una ofrenda de flor de harina amasada con aceite: sesenta y seis decilitros por cada novillo, cuarenta y cuatro decilitros por el carnero 29y veintidós decilitros por cada uno de los siete corderos. 30Ofreceréis un macho cabrío para expiar por vosotros, 31además del holocausto diario y de su ofrenda. (No tendrán defecto y añadiréis la libación).

Explicación.

28-29 Son una especie de calendario litúrgico, como los de Lv 23; Dt 16; Ez 45,18-25, con la lista exacta de las ofrendas y sacrificios de cada fiesta. Además del culto diario, se señala la fiesta semanal del sábado, la mensual de la luna nueva y varias anuales: pascua, semanas, primero del séptimo mes, expiación y chozas. Los números no coinciden con los señalados por Ez 45-46. El autor ha intentado sintetizar y codificar disposiciones y prácticas anteriores.

Observaciones de conjunto.

a) Solamente la pascua y las chozas llevan el título hebreo de "fiesta" que suele indicar peregrinación.

b) Llama la atención la multitud de víctimas animales sacrificadas y la cantidad de productos vegetales ofrecidos. Hágase la prueba de sumar los datos, p. ej. los correspondientes al octavario de la fiesta de las chozas: novillos 70, carneros 15, corderos 105, harina amasada con aceite 690 litros, un toro, un macho cabrío; más las oblaciones cotidianas cumulativas, 16 corderos y 32 litros de harina. ¿Son datos reales? En una comunidad sometida a fuertes tributos imperiales, semejante culto resultaría oneroso. ¿Quién sufragaba los gastos? ¿Qué parte de las ofrendas tocaba a los funcionarios del culto? Los sacrificios citados están programados en el calendario. Hay que añadir los ocasionales por purificación, expiación o penitenciales. Al autor no le basta, y añade los voluntarios o por voto.

c) El punto de vista es puramente litúrgico. Falta toda referencia a los festejos populares de cada fiesta, a la participación o asistencia de laicos a dichos sacrificios, al rezo o canto de salmos, a celebraciones en familia y piedad individual.

d) Después de la destrucción del templo, los judíos se han desprendido de estas prácticas. Los cristianos han reducido todo al sacrificio único de Jesucristo.

28,4 En el libro de Daniel se considera una desgracia la supresión del sacrificio cotidiano (dn 8,11; 11,31; 12,11).

28,9 Durante siglos el sábado no incluye una celebración litúrgica. La introducción de sacrificios especiales es tardía (Ez 46,4).

28,11 Textos más antiguos hablan de otras celebraciones. El primero de mes: 1 Sm 20; Am 8,5.

28,16 Se ha consumado la fusión de las dos fiestas: pascua del cordero y semana de ázimos. El autor se encierra en el templo y no habla del sacrificio de los corderos ni de la cena pascual en familia (Ex 12).

28,26 Funde la fiesta de las primicias, que es local y obedece a las condiciones agrícolas variables, y la fiesta de las semanas, que se fija en el calendario y se celebra en Jerusalén. Lv 23,15-21; Dt 16,9-12.

NÚMEROS. CAPÍTULO 27.

Herencia de las hijas

271Se acercaron las hijas de Salfajad, hijo de Jéfer, hijo de Galaad, hijo de Maquir,hijo de Manasés, del clan de Manasés, hijo de José, que se llamaban Majlá, Noá, Joglá, Milcá y Tirsá, 2y se presentaron a Moisés, a Eleazar, a los jefes y a la comunidad entera a la entrada de la tienda del encuentro, y declararon:
3Nuestro padre ha muerto en el desierto. No era de la banda de Córaj, de los que se rebelaron contra el Señor, sino que él murió por su propio pecado. Y no ha dejado hijos. 4Porque no haya dejado hijos no va a borrarse el nombre de nuestro padre dentro de su clan. Danos a nosotras una propiedad entre los hermanos de nuestro padre.
5Moisés presentó la causa al Señor, 6y el Señor dijo a Moisés:
7-Las hijas de Salfajad tienen razón. Dales alguna propiedad en heredad entre los hermanos de su padre; pásales a ellas la herencia de su padre. 8Después di a los israelitas: Cuando alguien muera sin dejar hijos, pasaréis su herencia a su hija; 9si no tiene hijas, daréis su herencia a sus hermanos; 10si no tiene hermanos, daréis su herencia a los hermanos de su padre; 11si su padre no tiene hermanos, daréis su herencia al pariente más cercano entre los de su clan; éste recibirá la herencia. Esta es para los israelitas la norma justa, como el Señor se lo ordenó a Moisés.

El Señor anuncia a Moisés su muerte

12El Señor dijo a Moisés:
-Sube al Monte Abarín y mira la tierra que voy a dar a los israelitas. 13Después de verla te reunirás también tú con los tuyos, como ya Aarón, tu hermano, se ha reunido con ellos. 14Porque os rebelasteis en el desierto de Sin*, cuando la comunidad protestó, y no les hicisteis ver mi santidad junto a la fuente, Meribá, en Cades, en el desierto de Sin.
15Moisés dijo al Señor:
16-Que el Señor, Dios de los espíritus de todos los vivientes, nombre un jefe para la comunidad; 17uno que salga y entre al frente de ellos, que los lleve en sus entradas y salidas. Que no quede la comunidad del Señor como rebaño sin pastor.
18El Señor dijo a Moisés:
-Toma a Josué, hijo de Nun, hombre de grandes cualidades, impón la mano sobre él, 19preséntaselo a Eleazar, el sacerdote, y a toda la comunidad, 20dale instrucciones en su presencia y delégale parte de tu autoridad, para que la comunidad de Israel le obedezca. 21Se presentará a Eleazar, el sacerdote, que consultará por él al Señor por medio de las suertes, y conforme al oráculo, saldrán y entrarán él y los israelitas, toda la comunidad.
22Moisés hizo lo que el Señor le había mandado: tomó a Josué, lo colocó delante del sacerdote Eleazar y de toda la asamblea, 23le impuso las manos y le dio las instrucciones recibidas del Señor.

Explicación.

27,1-11 Hablando del reparto de tierra, el texto presenta un caso legal de herencia en forma de narración, según un esquema conocido (Nm 9,6-14; 15,32-36). Se presenta a la autoridad un caso no previsto en la ley; las autoridades consultan y el Señor da la respuesta, que tiene fuerza legal permanente.

La nueva ley arraiga en el principio de que la tierra es don del Señor a Israel y que los terrenos han de permanecer dentro de la tribu, clan y familia. El derecho y la obligación de rescate aseguran dicha estabilidad. Se puede considerar paralela y complementaria de la ley del levirato (Dt 25,5-10). Supone que las hijas no heredaban terrenos.

27,3-4 El padre ha sido culpable de algún pecado general, p. ej. el del cap. 13, no ha participado en la rebelión de Córaj. Esto hace deducir que en algunos delitos la herencia no pasaba a los sucesores. Al recibir la herencia, podrán ellas aceptar un marido que conserve el apellido y la propiedad del difunto, dentro de la tribu.

27,8-11 Esta es una innovación importante en el derecho de sucesión. No sabemos de cuándo data.

27,12-23 El relato de la muerte de Moisés y sucesión de Josué sigue la pauta de la muerte de Aarón (20,27-29) y repite el anuncio de la muerte e investidura del sucesor en una montaña. Pero suceden varios cambios importantes. La muerte no se narra a continuación, sino que se intercalan capítulos diversos y el Deuteronomio entero; la muerte se narra en el último capítulo del Deuteronomio. Otro dato nuevo, que se cumplirá más tarde, es que Moisés contemplará, antes de morir, la tierra prometida y a él vedada.

27,12-14 El narrador es sobrio, en extremo sobrio, al contar este suceso increíble e impresionante. Por un lado se apoya en todo el proceso dramático precedente; por otra parte, no entra en la intimidad de Moisés. Le deja hablar, nada más: brevemente. Toca al comentario subrayar lo tremendo de la noticia, Moisés fue elegido para llevar a cabo una empresa que aceptó contra su voluntad. Después se ha identificado con la empresa, ha vivido y se ha desvivido por ella. Cuando está tocando con las manos el final de sus anhelos y trabajos, le imponen el retiro definitivo. ¿No contradice Dios sus primeras palabras (Ex 3,7-10)? ¿No maltrata a su siervo fiel (Nm 11,11-15; 12,7)? La comunicación de Dios tiene un agravante: que la muerte prematura de Moisés será pena infligida como castigo. ¿No es demasiado cruel el castigo? ¿No ha acumulado Moisés méritos que contrarresten el peso del pecado? Estas reflexiones nos ayudan a comprender lo que significa para el autor la "santidad" de Dios.

27,14 * = Espino.

27,15-17 La respuesta de Moisés al anuncio es diversa en Dt 3,23-28 y en el presente capítulo. Moisés no piensa en sí, piensa en su pueblo. Acepta el retiro, con tal de que siga la empresa, porque ésta es más importante y está por encima de sus intereses y sentimientos personales. Es una reacción magnánima, ejemplar: coherente con su fidelidad demostrada a Dios y con su entrega generosa al pueblo.

27,16 El título divino se lee aquí y en la rebelión de Córaj (16,22). Espíritus en el sentido primario de vida, de hombres y animales; pero implicando también dones y carismas para los humanos (cfr. Sal 36,7-8).

27,17 Entrar y salir sintetizan la actividad entera del jefe, en la guerra y en la paz. El título de pastor es común en la antigüedad, no sólo hebrea, y alcanza su figura máxima en David, (Sal 78,70-72); pero el rebaño no es propiedad del jefe, es "la comunidad del Señor".

27,18-23 Segunda parte: nombramiento e investidura de Josué. El narrador ha ido introduciendo discretamente a Josué: en la batalla contra los amalecitas (Ex 17,9-13), al lado de Moisés cuando sube al monte (Ex 24,13) o baja (Ex 32,17), celoso de su jefe (Nm 11,28), en el episodio de los exploradores (Nm 14). Lo nombra el Señor. Poseía dotes, o sea "espíritu" para la misión. Recibirá sólo una parte de la dignidad o autoridad de Moisés. Su autoridad estará limitada por la mediación sacerdotal de las suertes; porque no puede contar, como Moisés, con la palabra directa de Dios. Tenemos, pues, una división complementaria de poderes, civil y religioso; algo semejante a lo que leemos en Zac 3 (según algunos, en el Sal 110). El rito se reduce a la imposición de las manos, y se seguirá practicando secularmente.

NÚMEROS. CAPÍTULO 26.

Censo (Nm 1; Gn 46,8-25)


261Después de esta matanza, el Señor habló a Moisés y al sacerdote Eleazar, hijo de Aarón:

2-Haced el censo de la comunidad, registrando por familias a todos los israelitas mayores de veinte años, aptos para el servicio.
3Moisés con el sacerdote Eleazar hicieron el censo de los israelitas mayores de veinte años en la estepa de Moab, junto al Jordán, a la altura de Jericó, 4como lo había ordenado el Señor a Moisés.
Registro de los israelitas que salieron de Egipto:
5Rubén, el primogénito de Israel. Hijos de Rubén: Henoc y la familia de los henoquitas, Falú y la familia de los faluitas. 6Jesrón y la familia de los jesronitas, Carmí y la familia de los carmitas. 7Estas son las familias rubenitas: el total de los registrados fue de cuarenta y tres mil setecientos treinta. 8Hijo de Falú, Eliab. 9Hijos de Eliab: Nemuel, Datán y Abirán. Datán y Abirán, miembros del Consejo, son los que se rebelaron contra Moisés, junto con la banda de Córaj, que se rebeló contra el Señor. 10La tierra se abrió y los tragó, junto con Córaj. Así murió toda la banda y el fuego devoró a doscientos cincuenta hombres para escarmiento del pueblo. 11Pero los hijos de Córaj no murieron.
12Hijos de Simeón por familias: Nemuel y la familia de los nemuelitas, Yamín y la familia de los yaminitas, Yaquín y la familia de los yaquinitas, 13Zéraj y la familia de los zerajitas, Saúl y la familia de los saulitas. 14Estas son las familias simeonitas: veintidós mil doscientos registrados.
15Hijos de Gad por familias: Safón y la familia de los safonitas, Jaguí y la familia de los jaguitas, Suní y la familia de los sunitas, 16Ozní y la familia de los oznitas, Erí y la familia de los eritas, 17Arod y la familia de los aroditas. 18Estas son las familias gaditas: cuarenta mil quinientos registrados.
19Hijos de Judá: Er y Onán, que murieron en Canaán. 20Hijos de Judá por familias: Selá y la familia de los selaítas. 21Fares y la familia de los faresitas, Zéraj y la familia de los zerajitas. Hijos de Fares: Jesrón y la familia de los jesronitas, Jamul y la familia de los jamulitas. 22Estas son las familias de Judá: setenta y seis mil quinientos registrados.
23Hijos de Isacar por familias: Tolá y la familia de los tolaítas, Puvá y la familia de los puvaítas. 24Yasub y la familia de los yasubitas, Simrón y la familia de los simronitas. 25Estas son las familias de Isacar: sesenta y cuatro mil trescientos registrados.
26Hijos de Zabulón por familias: Séred y la familia de los sereditas, Elón y la familia de los elonitas, Yajleel y la familia de los yajleelitas. 27Estas son la familias de Zabulón: sesenta mil quinientos registrados.
28Hijos de José por familias: Manasés y Efraín.
29Hijos de Manasés: Maquir y la familia de los maquiritas. Maquir engendró a Galaad. De Galaad se formó la familia de los galaaditas. 30Hijos de Galaad: Yézer y la familia de los yezeritas, Jélec y la familia de los jelequitas. 31Asriel y la familia de los asrielitas, Siquén y la familia de los siquenitas, 32Semidá y la familia de los semiditas, Jéfer y la familia de los jeferitas; 33Salfajad, hijo de Jéfer, no tuvo hijos varones, sino solamente hijas, que se llamaban Majlá, Noá, Joglá, Milcá y Tirsá. 34Estas son las familias de Manasés: cincuenta y dos mil setencientos registrados.
35Hijos de Efraín por familias: Sutálaj y la familia de os sutalajitas, Béquer y la familia de los bequeritas, Tajan y la familia de los tajanitas. 36Hijos de Sutálaj: Erán y la familia de los eranitas. 37Estas son las familias de Efraín: treinta y dos mil quinientos registrados.
Estos son los hijos de José por familias.
38Hijos de Benjamín por familias: Bela y la familia de los belaítas, Asbel y la familia de los asbelitas, Ajirán y la familia de los ajiranitas, 39Sufán y la familia de los sufanitas, Jufán y la familia de los jufanitas. 40Hijos de Bela: Arad y Naamán con las familias de araditas y naamanitas. 41Estos son los hijos de Benjamín por familias: cuarenta y cinco mil seiscientos registrados.
42Hijos de Dan por familias: Suján y la familia de los sujanitas. 43Estas son las familias de Dan: sesenta y cuatro mil cuatrocientos registrados.
44Hijos de Aser por familias: Yimná y la familia de los yimnaítas, Yisví y la familia de los yisvitas, Beriá y la familia de los beriaítas. 45Hijos de Berilá: Héber y la familia de los heberitas, Malquiel y la familia de los malquielitas. 46La hija de Aser se llamaba Séraj. 47Estas son las familias de los hijos de Aser: cincuenta y tres mil cuatrocientos registrados.
48Hijos de Neftalí por familias: Yajseel y la familia de los yajseelitas, Guní y la familia de los gunitas. 49Yéser y la familia de los yeseritas, Silén y la familia de los silenitas. 50Estas son las familias de Neftalí: cuarenta y cinco mil cuatrocientos registrados.
51Número total de israelitas registrados: seiscientos un mil setecientos treinta.
52El Señor habló a Moisés:
53-Entre todos éstos repartirás la tierra en heredad, en proporción al número de hombres. 54Cada uno recibirá una heredad proporcional al número de registrados. 55Pero la distribución de las tierras se hará a suertes: se asignará la heredad a las diversas familias patriarcales, 56y se distribuirá entre los más numerosos y los menos numerosos por sorteo.
57Censo de los levitas por familias: Gersón y la familia de los gersonitas, Quehat y la familia de los quehatitas, Merarí y la familia de los meraritas. 58Estas son las familias de los levitas: la familia de los libnitas, la familia de los hebronitas, la familia de los majlitas, la familia de los musitas, la familia de los corajitas. Quehat engendró a Amrán, 59cuya mujer se llamaba Yoquébed, hija de Leví, que le nació a Leví en Egipto. Ella le dio a Amrán tres hijos: Aarón, Moisés y María, su hermana. 60De Aarón nacieron Nadab y Abihú, Eleazar e Itamar. 61Nadab y Abihú murieron mientras ofrecían al Señor fuego profano.
62El total de los registrados fue de veintitrés mil varones mayores de un mes. No fueron registrados con los demás israelitas porque no habían de repartirse la heredad con ellos.
63Este es el censo de israelitas que hicieron Moisés y el sacerdote Eleazar en la estepa de Moab, junto al Jordán, a la altura de Jericó. 64Entre los registrados no había ninguno de los registrados en el censo que Moisés y el sacerdote Aarón habían hecho en el desierto del Sinaí. 65El Señor lo había dicho: <<Morirán todos en el desierto>>, y no quedó ninguno vivo, más que Caleb, hijo de Jefoné, y Josué, hijo de Nun.


Explicación.



26 El autor sacerdotal introduce un segundo censo. ¿Por qué? Primero, el censo se hace ahora en vistas a la ocupación y reparto de la tierra, al final de la larga peregrinación; pues el primero se había hecho antes de partir del Sinaí (1 y 3). Segundo, según lo narrado en los capítulos 13-14, toda la generación del censo anterior, excepto Caleb y Josué, había muerto en el desierto; había que hacer un censo de la nueva generación, la que entrará en la tierra. El resultado numérico es casi el mismo: 1820 laicos menos, 700 levitas más. La correspondencia artificial significa en la mente del autor que el Señor ha cumplido su promesa (14,31), velando por la continuidad e integridad de su pueblo. El censo del Sinaí tenía carácter militar, reiteraba la palabra "escuadrones"; el de Moab no tiene ese carácter.


26,1 Muerto Aarón (20,28), su hijo Eleazar se asocia a Moisés.

26,9-11 Véase cap. 16.

26,19 Véase Gn 38.

26,52-56 Lo cumplirá Josué (Jos 13-21). Es muy difícil repartir a suerte respetando la proporción al número de miembros. La suerte no sabe de esas matemáticas, a no ser que esté guiada milagrosamente (cfr. Prov 16,33).

26,61 Véase Lv 10,1-2.

26,55 Nm 14,27-38.

NÚMEROS. CAPÍTULO 25.

Baal Fegor (Sal 106,28-31)

251Estando Israel en Sittim*, el pueblo comenzó a prostituirse con las muchachas de Moab, 2que los invitaban a comer los sacrificios a sus dioses y a prosternarse ante ellos. 3Israel se emparejó con Baal Fegor, y la ira del Señor se encendió contra Israel.
4El Señor dijo a Moisés:
-Toma a los responsables del pueblo y cuélgalos delante del Señor, a la luz del sol, y se apartará de Israel la ira del Señor.
5Moisés dijo a los gobernadores de Israel:
-Que cada cual dé muerte a los suyos que se hayan emparejado con Baal Fegor.
6Un israelita fue y trajo a su tienda a una madianita, a la vista de Moisés, y de toda la comunidad israelita, mientras ellos lloraban a la entrada de la tienda del encuentro. 7Al verlo, el sacerdote Fineés, hijo de Eleazar, hijo de Aarón, se levantó en medio de la asamblea, empuñó su lanza, 8y entrando detrás del israelita en la alcoba, atravesó a los dos, al israelita y a la mujer. 9Y la matanza de israelitas cesó cuando ya habían muerto veinticuatro mil.
10El Señor dijo a Moisés:
11-El sacerdote Fineés, hijo de Eleazar, hijo de Aarón, celoso de mis derechos ante el pueblo, ha apartado mi cólera de los israelitas y mi celo no los ha consumido; por eso prometo: 12Le ofrezco una alianza de paz: 13el sacerdocio será para él y para sus descendientes, en pacto perpetuo, en pato de su celo por Diosy de haber expiado por los israelitas.
14El israelita muerto con la madianita se llamaba Zimrí,hijo de Salu, jefe de familia en la tribu de Simeón. 15La madianita muerta se llamaba Cosbí, hija de Sur, jefe de familia en Madián.
16El Señor dijo a Moisés:
17-Ataca a los madianitas y derrótalos, 18porque ellos te atacaron con sus seducciones, con los ritos de Fegor y con su hermana Cosbí, la hija del príncipe madianita, muerta el día de la matanza, cuando lo de Fegor.

Explicación.,

25 El nombre del Dios de una localidad es Ba´al Pe´or, o sea, nombre genérico y título local de la divinidad cananea. De ahí se deriva la forma simplificada Belfegor.

Desde Moab, el escenario se traslada a Madián; detrás de los conjuros de Balaán viene la seducción del culto idolátrico. Los problemas de Canaán se están presentando de forma ejemplar antes de cruzar el Jordán, como si fueran ensayo general. El capítulo narra primero un hecho general: pecado y castigo (1-5); después se fija en un hecho concreto que resulta definido por el contexto inmediato (6-9); finalmente saca las consecuencias, para Fineés y para los madianitas.

Prostituirse suena aquí en sentido propio. Por todo el contexto y por algunos términos usados, puede referirse a la prostitución sagrada, practicada en diversas culturas (y en Israel: 1 Re 14,24; 22,47; 2 Re 23,7; Os 4,14). El término se convierte en sinónimo de idolatría, en cuanto infidelidad al Señor, sobre todo en Jr y Ez. Refiriéndose al hecho Os 9,10 usa el verbo nzr = consagrarse: "se consagraron a la Ignominia y se hicieron abominables como su Idolatrado". El Sal 106,28, igual que nuestro texto, usa el verbo shmd, que significa emparejarse, ayuntarse (de yugo y yunta, presente en conyugal).

25,1 * = Acacias.

25,2 Dt 7,4.

25,4-5 La pena es legal, la ejecución pública, como escarmiento. El castigo consistía en empalar en una pica, documentado en relieves asirios. A este verbo alude probablemente Heb 6,6 combinándolo con crucificar.

25,6 El texto hebreo dice "a sus hermanos" (o familia), como si la hubiera tomado por esposa. La corrección propuesta, a imitación de Gn 31,25, hace mejor sentido en el contexto.

25,7-9 La acción de Fineés equivale a la de los levitas en Ex 32, aunque limitada a una persona. Es un acto de "celo" por el Dios celoso. Tiene valor de "expiación" y detiene el castigo. El número hiperbólico de muertos, múltiplo de doce, sugiere o que la práctica se difundió rápidamente o que unos cuantos culpables desencadenaron una "plaga" generalizada.

25m8 1 Mac 2,26.

25,11-13 El premio de su acción puede reflejar rivalidades entre familias sacerdotales y el deseo de legitimar o justificar un privilegio haciéndolo remontarse a Moisés. Fineés figura como antecesor de Sadoc (cfr. Ez 40,45-46; 44,15; 48,11; Esd 7,1-6). Bern Sira se hace eco de la tradición (Eclo 45,23-24).

25,14-15 Los nombres de los culpables y de sus familias parecen sugerir una alianza de familias o clanes, más que un acto de prostitución sagrada.

25,16-18 La seducción constante de naciones vecinas idólatras se consideró un peligro tan grave para la fidelidad israelita, que justificaba la lucha armada. Contra Madián: cap. 31.

NÚMEROS. CAPÍTULO 24.

241Viendo Balaán que el Señor tenía a bien a bendecir a Israel, no anduvo como las otras veces en busca de presagios, sino que se volivó hacia el desierto, 2y tendiendo la vista, divisó a Israel acampado por tribus. El Espíritu de Dios vino sobre él, 3y recitó sus versos:
<<Oráculo de Balaán,
hijo de Beor;
oráculo del hombre
de ojos perfectos,
4oráculo del que escucha
palabras de Dios,
que contempla visiones
del Todopoderoso,
en éxtasis,
con los ojos abiertos.
5¡Qué bellas las tiendas de Jacob
y las moradas de Israel!
6Como vegas dilatadas,
como jardines junto al río,
como áloes que plantó el Señor
o cedros junto a la corriente;
7el agua rebosa de sus cubos
y con el agua
se multiplica su simiente.
Su rey es más alto que Agag
y su reino descuella.
8Dios lo sacó de Egipto
embistiendo como un búfalo.
Devorará
a las naciones enemigas
y triturará sus huesos,
las traspasará con sus flechas.
9Se agazapa y se tumba
como un león,
o como una leona,
¿quién lo desafiará?
Bendito quien te bendiga,
maldito quien te maldiga>>.
10Balac entonces, irritado contra Balaán, dio una palmada y dijo:
-Te he llamado para maldecir a mi enemigo y ya lo has bendecido tres veces. 11Pues ahora escapa a tu patria. Te había prometido riquezas, pero el Señor te deja sin ellas.
12Balaán contestó:
13-Ya se lo dije yo a los correos que enviaste: Aunque Balac me regale su palacio lleno de oro y plata, no puedo quebrantar el mandato del Señor haciendo mal o bien por cuenta propia; lo que el Señor me diga lo diré.

Cuarto oráculo

14>>Ahora me vuelvo a mi pueblo, pero antes te explicaré lo que este pueblo hará al tuyo en el futuro>>.
15Y recitó sus versos:
<<Oráculo de Balaán,
hijo de Beor;
oráculo del hombre
de ojos perfectos,
16oráculo del que escucha
palabras de Dios
y conoce los planes
del Altísimo,
que contempla visiones
del Todopoderoso,
en éxtasis,
con los ojos abiertos.
17Lo veo, pero no es ahora;
lo contemplo,
pero no será pronto.
Avanza
la constelación de Jacob
y sube el cetro de Israel.
Triturará la frente de Moab
y el cráneo de los hijos de Set;
18se adueñará de Edom,
se apoderará de Seír,
Israel ejercerá el poder,
19Jacob dominará y acabará
con los que queden
en la capital>>.
20Después, viendo a Amalec, recitó sus versos:
<<Amalec era primicia
de las naciones,
al final ha de perecer>>.
21Viendo a los cainitas, pronunció sus versos:
<<Tu morada es durarera:
has puesto tu nido en la peña,
22pero tu nido
quedará arrasado>>.
.............................*
23Y siguió recitando:
<<Naves llegan del norte,
24navíos del extremo del mar*
que oprimirán a Asur y a Eber,
pero al final perecerán>>.
25Después Balaán se puso en camino y volvió a su casa, y Balac también emprendió su viaje.

Explicación.

24,1-2 Otro modo de profecía: no va en busca de conjuros ni recibe palabras en la boca; sino que mira y, al contemplar, lo invade el espíritu de Dios, que transforma la visión en profecía.

24,3-9 Después de la introducción, en que se presenta el vidente, sigue la visión transfigurada, el recuerdo histórico, el futuro glorioso.

24,3-4 Primera estrofa: hay que completar 41 según 16a. Balaán se presenta como profeta extático (cfr. 1 Sm 19,20-24), que ve visiones y escucha mensajes divinos, y los pronuncia como oráculo propio: ne´um (cfr. 2 Sm 23,1). "Ojos abiertos": con el verbo que significa desnudar, destapar, desvelar; como una mirada fija con los párpados descorridos.
24,5-6 Segunda estrofa. Las "tiendas" en sentido propio designan un campamento de nómadas, metafóricamente también instalaciones urbanas. La visión es paradisíaca (cfr. Gn 13,10). Las imágenes vegetales sugieren la vitalidad (cfr. Sal 92,13-15; Is 61,3) y añaden valor simbólico a lo que sigue.

24,7-8a Tercera estrofa. Símbolo de fecundidad humana, como indica Prov 5,15-18. Agag es el nombre de un rey amalecita derrotado por Saúl (1 Sm 15,8); como gag significa terraza, el verso juega con el nombre.

24,8b-9 Cuarta estrofa. La imagen emblemática del león se aplica a Judá en Gn 49,9 con referencia davídica. El último verso es una bendición que el vidente pronuncia para sí, retorciendo las palabras de Balac (22,6); véanse Gn 12,3 y 27,29.

24,10 La triple bendición es definitiva y no puede ser anulada ni neutralizada; por eso Balac despide al adivino alquilado, negándole la paga prometida. Pero no se atreve a hacerle mal, temeroso de su poder. En este momento Balac usa el nombre de Yhwh: ¿polemizando con el adivino? como si dijera: no yo, sino ese Dios que tú invocas.

24,14 Después de la triple bendición y el despido, la historia podría terminar. El autor se las arregla para añadir un cuarto oráculo importante y otros tres menores.

24,15-19 La primera estrofa es repetición. La segunda se orienta hacia el futuro. Cada pueblo tiene su estrella o constelación (vocalizando como plural). Como un astrólogo, nuevo oficio, Balaán contempla el movimiento de lo astros del destino: ve cómo "avanza" -o domina, según otra traducción posible- el astro de Jacob. El "cetro" alude a David y su dinastía (Sal 45,7; compárese con Gn 49,8-12), y por este capítulo se leyó este texto como profecía mesiánica. A esta estrella alude la de los magos (Mt 1) y el emblema de la bandera del Estado moderno de Israel. Quizá haya ecos de este oráculo en el Sal 110.

Las victorias sobre Moab y Edom pueden corresponder a las de David (2 Sm 8,2-13; 1 Re 11,14-16). En vez de Set, proponen algunos leer Sutu, nombre de una antigua tribu de la región. El texto hebreo de las últimas frases es muy dudoso.

24,20-24 Estos tres oráculos son como germen de lo que serán los oráculos proféticos contra naciones paganas. Algunos breves como éstos han sido acogidos en colecciones proféticas mayores.

24,20 Los amalecitas ya han asomado como enemigos de Israel (Ex 17,8-16); reaparecen en el libro de los Jueces (Jue 6-7) y en tiempos de Saúl y David (1 Sm 15,7-9 y 27,8). El oráculo juega con la antítesis principio / final.

24,21-22 Jael, la vencedora de Sísara, era quenita (Jue 4,17; 5,24); su familia o clan era aliada de Israel. Le son hostiles los amalecitas según 1 Sm 15,6. El oráculo los presenta como pueblo montañero (cfr. Abd 4; Hab 2,9). El verbo significa abrasar o arrasar. La última frase es ininteligible.

24,22* Ininteligible.

24,24 Este Asur no es el imperio asirio, sino una tribu meridional mencionada en Gn 25,3. Eber figura en la genealogía de Gn 10,21-24. Las naves que vienen de occidente son un hecho tan asombroso para los israelitas, que pueden interpretarse como recuerdo confuso de las migraciones de los "pueblos del mar" (entre ellos los filisteos); más tarde se pudo aplicar el oráculo a los conquistadores griegos. El texto hebreo está corrompido; nuestra traducción es reconstrucción.