lunes, 18 de julio de 2016

NÚMEROS. CAPÍTULO 10.

Las trompetas

101El Señor dijo a Moisés:
2-Haz dos trompetas e plata labrada para convocar a la comunidad y poner en marcha el campamento. 3Al toque de las dos trompetas se reunirá contigo toda la comunidad a la entrada de la tienda del encuentro. 4Al toque de una sola, s reunirán contigo los jefes de los clanes. 5Al primer toque agudo se pondrán en movimiento los que acampan al este. 6Al segundo, los que acampan al sur. Se les dará un toque para que se pongan en marcha. 7Para convocar a la asamblea se dará un toque, pero no agudo.
8<<Se encargarán de tocar las trompetas los sacerdotes aaronitas. Es ley perpetua para vuestras generaciones. 9Cuando en vuestro terrtiroio vayáis a luchar contra el enemigo que os oprima, tocaréis a zafarrancho. Y el Señor, vuestro Dios, se acordará de vosotros y os salvará de vuestros enemigos. 10También los días de fiesta, festividades y principios de mes tocaréis las trompetas y sacrificios de comunión. Y vuestro Dios se acordará de vosotros. Yo soy el Señor, vuestro Dios>>.

DE SINAÍ A CADES

Partida

11El segundo año, el veinte del segundo mes, se levantó la nube sobre el santuario de la alianza, 12y los israelitas emprendieron la marcha desde el desierto de Sinaí. La nube se detuvo en el desierto de Farán. 13A la orden del Señor dada por Moisés emprendieron la marcha.
14El primero en hacerlo fue el banderín de Judá, por escuadrones, a las órdenes de Najsón, hijo de Aminadab. 15Iba acompañado del escuadrón de la tribu de Isacar, mandado por Natanel, hijo de Suar, 16y del escuadrón de la Tribu de Zabulón, mandado por Eliab, hijo de Jalón.
17Desmontado el santuario, los guersonitas y meraritas, encargados de su transporte, se pusieron también en marcha.
18A continuación lo hizo el banderín de Rubén, por escuadrones, a las órdenes de Elisur, hijo de Sedeur. 19Iba acompañado del escuadrón de la tribu de Simeón, mandado por Saumiel, hijo de Surisaday, 20y del escuadrón de la tribu de Gad, mandado por Eliasaf, hijo de Degüel.
21Seguían los quehatitas, encargados de transportar lo sagrado. Y antes de que llegasen ellos, les montaban el santuario.
22A continuación, el banderín de Efraín, por escuadrones, a las órdenes de Elisamá -hijo de Amihud-, 23acompañado del escuadrón de la tribu de Manasés, mandado por Gamaliel, hijo de Fedasur, 24y del escuadrón de la tribu de Benjamín, mandado por Abidán, hijo de Gedeoní.
25Por último, y cerrando filas, partió el banderín de Dan, por escuadrones, mandado por Ajiezer -hijo de Amisaday-, 26acompañado del escuadrón de la tribu de Aser, mandado por Pagiel, hijo de Ocrán, 27y del escuadrón de la tribu de Neftalí, mandado por Ajirá, hijo de Enán.
28Este era el orden de marcha por escuadrones de los israelitas cuando emprendieron la marcha.
29Moisés dijo a su suegro, Jobab, hijo de Regüel, el madianita:
-Vamos a marchar al sitio que el Señor ha prometido darnos. Ven con nosotros, que te trataremos bien, porque el Señor ha prometido bienes a Israel.
30Le contestó:
-No voy. Prefiero volver a mi país natal.
31Insistió Moisés:
-No nos dejes, porque conoces este desierto y los lugares donde acampar. Debes ser nuestro guía. 32Si vienes con nosotros te haremos compartir los bienes que el Señor nos conceda y te trataremos bien.
33Partieron del monte del Señor y anduvieron por espacio de tres días. Durante todo el tiempo el arca de la alianza del Señor marchaba al frente de ellos, buscándoles un lugar donde descansar. 34Desde que se pusieron en marcha, la nube del Señor iba sobre ellos. 35Cuando el arca se ponía en marcha, Moisés decía:
<<¡Levántate, Señor!
Que se dispersen
tus enemigos,
huyan de tu presencia
los que te odian>>.
36Y cuando se detenía el arca, decía:
<<Descansa, Señor,
entre las multitudes de Israel>>.

Explicación.

10,1-10 Se habla de trompeta de metal, no del cuerno de carnero (Ex 19,13). Sirven para comunicar órdenes o anunciar sucesos, y las tocarán los sacerdotes. Anuncian asambleas, fiestas, marcha, batalla, al parecer, modulando el toque. Su clangor logra incluso llamar la atención de Dios (10), como si fuera rito o plegaria sin palabras. Es extraña la fórmula "tocar el alarido" (hemos traducido alarma). Sobre su uso en el culto véanse Sal 98,6; Esd 3,10. El cronista habla de ciento viente trompetas al unísono (2 Cr 5,12).

10,11-13 El campamento se pone en marcha para la nueva etapa. El campamento, tan geométricamente montado por el autor, se va a agitar por dentro al tropezar con la realidad del camino. El desierto de Farán, con su oasis, según la tradición, queda cerca del Sinaí.

10,14-28 La marcha procede con orden más procesional que militar, aunque se llamen "regimientos" o escuadrones: el autor mueve sus piezas con fácil seguridad, auxiliado por los banderines. No sabemos si tiene significado especial el que vaya en cabeza la tribu de Judá (a la que pertenece David).

10,29-32 Retorna el hilo narrativo, interrumpido desde el cap. 34 del Éxodo. El suegro de Moisés se llamá aquí Jobab, en vez de Jetró. Como si no bastaran el ángel y la nube, Moisés quiere contratar a su suegro como guía experto, con una buena remuneración; pues vale la pena sumarse a un pueblo privilegiado por el Señor. Se deduce que no lo acepta, aunque el relato se interrumpa bruscamente, Jobab no vuelve a figurar en la caravana.

10,33-34 Es que guiar al pueblo no era tarea humana, sino de Dios por sus intermediarios: el arca y la nube. El arca, como en Jos 3-4, la nube como en Nm 9. El arca transportada por los Levitas (Dt 31,9.25) hace de explorador (compárese con el becerro de Ex 32,1 "que vaya delante").

10,35-36 El texto de la primera invocación se lee al principio de Sal 68. "Levántate" es un grito de auxilio que se dirige al Señor como juez (Sal 7,7; 17,13; 82,8) o como guerrero (3,8; 10,12); también invitándolo a trasladarse a su lugar de reposo (Sal 132,8). Aquí, por la mención del enemigo, tiene tono militar: el arca marcha como paladión (1 Sm 4).

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