lunes, 18 de julio de 2016

NÚMEROS. CAPÍTULO 13.

Los exploradores (Dt 1,19-40)

131El Señor dijo a Moisés:
2-Envía gente a explorar el país de Canaán, que yo voy a entregar a los israelitas; envía uno de cada tribu, y que todos sean jefes.
3Moisés los envió desde el desierto de Farán, según la orden del Señor; todos eran jefes de los israelitas.
4Sus nombres eran los siguientes: De la tribu de Rubén, Samúa, hijo de Zacur; 5de la tribu de Simeón, Safat, hijo de Horí; 6de la tribu de Judá, Caleb, hijo de Jefoné; 7de la tribu de Isacar, Yigal, hijo de JOsé; 8de la tribu de Efraín Hosea, hijo de Nun; 9de la tribu de Benjamín, Paltí, hijo de Rafú; 10de la tribu de Zabulón, Gadiel, hijo de Sodí; 11de la tribu de Manasés (hijo de José), Gadí, hijo de Susí; 12de la tribu de Dan, Amiel, hijo de Gamalí; 13de la tribu de Aser, Satur, hijo de Miguel; 14de la tribu de Neftalí, Najbí, hijo de Vafsí; 15de la tribu de Gad, Guevel, hijo de Maquí.
16Estos son los nombres de los que envió Moisés a explorar el país; a Hosea, hijo de Nun, le cambió el nombre en Josué*.
17Moisés los envió a explorar el país de Canaán, diciéndoles:
18-Subid por este desierto hasta llegar a la montaña. Obsevad cómo es el país y sus habitantes, si son fuertes o débiles, escasos o numerosos; 19cómo es la tierra, buena o mala; cómo son las ciudades que habitan, de tiendas o amuralladas; 20cómo es la tierra, fértil o estéril, con vegetación o sin ella. Sed valientes y traednos frutos del país. 
(Era la estación en que maduran las primeras uvas).
21Subieron ellos y exploraron el país desde Sin* hasta Rejob*, junto a la Entrada de Jamat. 22Subieron por el desierto y llegaron hasta Hebrón, donde vivían Ajimán, Sesay y Tolmay, hijos de Anac. Hebrón había sido fundada siete años antes que Soán de Egipto. 23Llegados a Nájal Escol* cortaron un ramo con un solo racimo de uvas, lo colgaron en una vara y lo llevaron entre dos. También cortaron granadas e higos.
24Ese lugar se llama Nájal Escol, por el racimo que cortaron allí los israelitas.

Informe

25Al cabo de cuarenta días volvieron de explorar el país, 26y se presentaron a Moisés, a Aarón y a toda la comunidad israelita, en el desierto de Farán, en Cades. Les presentaron el informe a ellos, a toda la comunidad israelita, y les enseñaron los frutos del país. 27Y les contaron:
-Hemos entrado en el país a donde nos enviaste; es una tierra que mana leche y miel; aquí tenéis sus frutos. 28Pero el pueblo que habita el país es poderoso, tiene grandes ciudades fortificadas (hemos visto allí a los hijos de Anac). 29En la zona del desierto habitan los amalecitas; los heteos, jebuseos y amorreos viven en la montaña; los cananeos, junto al mar y junto al Jordán.
30Caleb hizo callar al pueblo ante Moisés, y dijo:
-Tenemos que subir y apoderarnos de ella, porque podremos con ella.
31Pero los que habían subido con él replicaron:
-No podemos atacar al pueblo, porque es más fuerte que nosotros.
32Y desacreditaban la tierra que habían explorado delante de los israelitas:
-La tierra que hemos cruzado y explorado es una tierra que devora a sus habitantes; 33el pueblo que hemos visto en ella es de gran estatura. Hemos visto allí nefileos*, hijos de Anac; parecíamos saltamontes a su lado, y así nos veían ellos.

Explicación.

13-14 El episodio de los exploradores es decisivo en el camino hacia la tierra prometida. De Egipto al Sinaí, del Sinaí a la frontera sur de la tierra: ¿sólo falta entrar y ocuparla? Es el desenlace lógico. Pero las viejas tradiciones lo cuentan de otro modo, más complicado y dramático: el pueblo rehúsa entrar y, en castigo, comienza un enorme y prolongado rodeo. La historia continúa, pero el hombre que se resiste a la salvación, difiere el término.

Según la teoría documentaria el texto es el resultado de combinar las versiones del Yavista y el Elohísta -Caleb, Josué, el pueblo-, con elementos del Sacerdotal - las doce tribus, todo el país-. [Asignan a J 13,17b.18-19.23a.24.26b.29-31.33; 14,1.4.15b; a P 13,1-3a (3b-16).17a.21.25.26a.32; 14,1.2 (3) 5-7. (8-9) 10.16-29.34-38]. La fusión está bastante lograda. Otra versión se lee en Dt 1. Datos complementarios se pueden extraer de Jue 1,10-15 y Jos 14,6-15; 15,13-14.

13,1 Comienza el Señor dando una orden. En la versión democratizante de Dt 1 lo propone al pueblo.

13,2 Explorar o espiar el territorio enemigo es práctica militar antigua: Jos 6,22; 14,7; Jue 1,23; 18,2; cfr. Gn 42,9.

13,3-15 Los doce exploradores representan a todo Israel: el autor generaliza la operación. La lista no coincide con la de 1,5-16 ni en el orden ni en los nombres.

13,16 El nuevo nombre es compuesto de Yhwh: apunta al futuro cargo. * = Jesús.

13,18-20 La información requerida concierne a la calidad de la tierra y también su situación militar, defensiva y ofensiva. La fecha indicada corresponde a mediados de julio.

13,21-22 Las fronteras señaladas también generalizan para indicar que la entera tierra prometida ha sido explorada. Los datos geográficos del v.22 son más modestos y realistas. Hebrón queda en la ruta que sube desde el sur hacia Jerusalén. La nota erudita sobre los Anaquitas prepara la reacción posterior.

13,21 * = El Espino. * = Plaza.

13,23-24 Nota etiológica, inventada para explicar el nombre de la localidad o para ligarla a la época de la conquista. El racimo gigantesco colgado de una vara y llevado entre dos es el emblema turístico de Israel actual.

13,23 * = Torrente del Racimo.

13,25 El tiempo que dura la expedición, en números redondos, también tendrá función narrativa.

13,27-28 El informe responde a las instrucciones recibidas. Por ahora es neutral y realista: presenta las dos caras de la situación.

"Mana leche y miel": fórmula de ascendencia mítica que se usa en la liturgia; más que informe es una profesión de fe, como diciendo que se trata realmente de la tierra prometida, en contraste con el desierto.

13,29 Otra nota erudita, no exenta de valor histórico.

13,30a Este verso supone que el pueblo ha comenzado a protestar; quizá falte algo en el texto.

13,30b-33 Se enfrentan dramáticamente dos actitudes. La fe, que infunde valentía y es comunicativa: "podemos" en plural. La falta de fe, que genera cobardía, "no podemos". De ahí, para justificarse, pasa a desacreditar la tierra (la zorra y las uvas). Y termina en complejo de inferioridad: "parecíamos saltamontes".

13,32 "La tierra devora" Lv 26,38; Ez 36, 12-15.

13,33 * O: gigantes.

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