lunes, 18 de julio de 2016

NÚMEROS. CAPÍTULO 30.

301Moisés habló a los israelitas conforme el Señor le había ordenado.

Ley sobre los votos (Dt 23,22-24)

2Moisés habló a los jefes de las tribus de Israel:
3-Esto es lo que ordena el Señor: Cuando un hombre haga un voto al Señor o se comprometa a algo bajo juramento, no faltará a su palabra: como lo dijo lo hará.
4<<Cuando una mujer en su juventud, mientras vive con su padre, haga un voto o adquiera un compromiso, 5si su padre, al enterarse del voto o del compromiso, no dice nada, entonces sus votos son válidos y quedan en pie los compromisos. 6Pero si su padre, al enterarse, lo desaprueba, entonces no quedan en pie sus votos ni el compromiso. El Señor la dispensa, porque su padre lo ha desaprobado.
7>>Y si se casa, estando ligada por el voto o por el compromiso que salió de sus labiios por irreflexión, 8y al enterarse el marido no le dice nada, entonces los votos son válidos y quedan en pie los compromisos; 9pero si al enterarse el marido lo desaprueba, entonces anula el voto que la ligaba y los compromisos salidos de sus labios. El Señor la dispensa.
10>>El voto de la viuda y de la repudiada y los compomisos que adquiere son válidos.
11>>Cuando una mujer hace un voto en casa de su marido o se compromete a algo bajo juramento, 12si su marido, al enterarse, no dice nada y no lo desaprueba, entonces sus votos son válidos y quedan en pie los compromisos; 13pero si su marido, al enterarse, los anula, entonces todo lo que salió de sus labios, votos y compromisos, son inválidos. Su marido lo ha anulado y Dios la dispensa.
14>>El marido puede ratificar o anular todo voto o juramento de hacer una penitencia. 15Pero si a los dos días el marido no le ha dicho nada, entonces ratifica todos los votos y compromisos que la ligan: los ratifica con el silencio que guardó al enterarse; 16y si los anula más tarde,cargará él con la culpa de ella>>.
17Estas son las órdenes que dio el Señor a Moisés para marido y mujer, para padre e hija cuando aún joven vive con su padre.

Explicación.

30 Sobre votos pueden consultarse: Lc 5 y 27; Nm 6; Dt 23; Ecl 5,3-4; también los salmos mencionan los votos (22,26; 61,6; 65,2; 76,12). Aquí el autor trata de los votos de las mujeres, y sólo por contraste introduce el voto del hombre. El varón es sui iuris e independiente; lo mismo la mujer viuda o divorciada. La soltera está bajo la patria potestad, la casada, bajo la autoridad del marido; el caso de una soltera adulta ni se considera. Ambas instancias se extienden a las relaciones religiosas de la mujer con Dios.

Como se trata de votos de ofrecer algo, sacrificios u ofrendas, que tocan la propiedad del padre o del marido, se explican las normas de cautela. Ni la soltera ni la casada poseen en propiedad. La ley tiende a defender la validez de los votos. Ha de intervenir un acto positivo y expreso de anulación para invalidad el voto. El silencio consciente se interpreta como aprobación: quien sabiendo calla, otorga. Dios ratifica la anulación y dispensa del voto.

Con sus distinciones y subdistinciones, este texto es un buen ejemplo de casuística jurídica. Las normas van dirigidas a los "jefes de tribus", o sea, a las autoridades laicas. La expresión "sale de la boca" indica que el voto ha sido formulado concretamente; delata la concepción material hebrea de la palabra, que sale de la boca, viaja por el aire y entra por el oído.

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