miércoles, 21 de septiembre de 2016

DEUTERONOMIO: CAPÍTULO 12.

LEY


2. CUERPO LEGAL



12-1Mandatos y decretos que pondréis por obra en la tierra que el Señor, Dios de tus padres, va a darte en posesión mientras dure vuestra vida sobre la tierra.



Cultos (2 Re 23)



2>>Destruirás todos los santuarios donde esos pueblos, que vosotros vais a desposeer, daban culto a sus dioses, en lo alto de los montes, sobre la colinas, bajo cualquier árbol frondoso; 3demoleréis sus altares, destrozaréis sus estelas, quemaréis sus mayos, derribaréis las imágenes de sus dioses y extirparéis sus nombres de aquel lugar.

4>>No los imitarás al dar culto al Señor, vuestro Dios. 5Vosotros iréis a visitar la morada del Señor, el lugar que el Señor, vuestro Dios, se elija en una de sus tribus, para poner allí su nombre. 6Allí ofreceréis vuestros holocaustos y sacrificios: los diezmos y ofertas, votos y ofrendas voluntarias y los primogénitos de vuestras reses y ovejas. 7Allí comeréis tú y tu familia, enla presencia del Señor, vuestro Dios, y festejaréis todas las empresas que el Señor, tu Dios haya bendecido.
8>>No haréis entonces lo que nosotros hacemos hoy aquí: cada uno lo que bien le parece, 9porque no habéis alcanzado todavía vuestro reposo, la heredad que va a dar el Señor, tu Dios. 10Cuando crucéis el Jordán, y habitéis la tierra que el Señor, vuestro Dios, va a repartiros en heredad, y ponga fin a las hostilidades con los enemigos que os rodean,  y viváis tranquilos, 11llevaréis al lugar que se elija el Señor, vuestro Dios, para morada de su nombre todo lo que os tengo ordenado: vuestro holocausto, sacrificio, diezmos, ofertas y lo mejor de vuestros votos que hayáis hecho al Señor, 12y haréis fiesta en presencia del Señor, vuestro Dios, vosotros, vuestros hijos e hijas, vuestros siervos y siervas, y el levita que vive en tu vecindad y no le tocó nada en el reparto de vuestra herencia.
13>>¡Cuidado! No ofrecerás sacrificios en cualquier santuario que veas, 14sino sólo en el lugar que el Señor se elija en una de tus tribus: allí ofrecerás tus holocaustos y allí harás lo que te tengo ordenado. 15Puedes matar y comer carne en cualquier pueblo cuanto tengas ganas, según los dones que el Señor, tu Dios, te conceda; puede comerla el puro y el impuro, como si se tratase de gacela o ciervo; 16pero la sangre no la comeréis; la derramaréis por tierra, como el agua.
17>>En tu residencia no puedes comer los diezmos del trigo, del mosto y del aceite; los primogénitos de tus reses y ovejas; los votos, las ofrendas y ofertas voluntarias. 18Sólo los comerás en presencia del Señor, en el lugar que se elija el Señor, tu Dios, tú, tu hijo, tu hija, tu siervo, tu sierva y el levita que viva en tu vecindad. En presencia del Señor celebrarás el éxito de tus tareas.
19>>¡Cuidado! No abandones al levita mientras dure tu vida en la tierra. 20Cuando el Señor, tu Dios, ensanche tus fronteras, como te ha prometido, y decidas comer carne, porque te vienen ganas de comerla, puedes comerla a voluntad. 21Si queda lejos el lugar que elija el Señor, tu Dios, para poner allí su nombre, matarás de las reses u ovejas que te dé el Señor, según te tengo prescrito, y comerás en tu ciudad siempre que te venga en gana; 22comerás esa carne como si se tratase de gacela o ciervo; pueden comerla el puro y el impuro.
23>>Pero de ningún modo comas sangre, porque la sangre es la vida, y no comerás la vida con la carne. 24No la comas, derrámala en tierra, como agua. 25No la comas, y te irá bien a ti y a tus hijos que te sucedan por haber hecho lo que le parece bien a Dios.
26>>Lo que hayas consagrado u ofrecido por voto llévalo al lugar que escoja el Señor. 27De los holocaustos ofrecerás carne y sangre sobre el altar del Señor, tu Dios; de los sacrificios de comunión derramarás la sangre sobre el altar del Señor, tu Dios, y comerás la carne.
28>>Pon por obra todo lo que yo te mando hoy, para que os vaya bien a ti y a tus hijos que te sucedan perpetuamente, por haber obrado bien, haciendo lo que le parece bien al Señor, tu Dios.
29>>Cuando el Señor, tu Dios, extirpe a los pueblos cuyas tierras vas a ocupar, cuando los desalojes para instalarte en su tierra, una vez quitados de en medio, 30no caigas en la trampa detrás de ellos; no consultes a sus dioses ni averigües cómo les daban culto dichos pueblos, para hacer tú lo mismo. 31Tú no harás lomismo con el Señor, tu Dios, porque ellos hacían a sus dioses cosas que detesta y abomina el Señor. Incluso queman a sus hijos e hijas en honor a sus dioses.

Explicación.


LEY



2. CUERPO LEGAL



Esta serie legal puede resultar difícil a la lectura: primero, no es puramente legal, sino que introduce motivaciones parenéticas; segundo, no presenta la organización que esperaríamos de un código.



Reconociendo lo heterogéneo de temas, formas y procedencia, es posible descubrir algunos bloques temáticos y algunas agrupaciones por parentesco parcial. Así, por ejemplo, comienza el tema cúltico (12), que empalma bien con la legislación criminal sobre la idolatría (13) y con los tabúes alimenticios vistos como ley de pureza cúltica (14); no es violento el paso a observancias periódicas de dones anuales, trienales, septenales y a las festividades del Señor (14-16); cierra el bloque una legislación criminal sobre la idolatría (17). El último tema da paso al del juicio, y así -interrumpiendo el tema de los testigos- entramos en el bloque "autoridades", tribunal, sacerdotes, rey, profetas (17-18); a la administración de la justicia pertenece también la ley que sigue sobre las ciudades de asilo y sobre los testigos (19). Hay un bloque sobre relaciones sexuales (22) y otro sobre primicias (26). Y otros grupos menores y leyues sueltas.



Más interesante para el lector es fijarse en el aspecto "humanitario" de esta legislación; algo que hace progresar el sentido de justicia y aun lo desborda con sentido de caridad. El progreso se aprecia mejor si se compara este código con el de la Alianza (Ex 21-23). Provisiones "humanitarias" son tema explícito de varias leyes breves o desarrolladas: la remisión (15), sobre las mujeres (21) y esclavos (15; 23,16-17), sobre la usura (23,20-21), objetos perdidos (22,1-4), derechos de los pobres (24). Además el tema de la caridad perfeccionando la justicia penetra en diversos contextos cúlticos: en el decálogo como motivación (5,14-15), en la ley de centralización del culto (12,12.18.19), sobre festividades (16,11.12.14), primicias (26,11-13), guerra (20,5-7.19). Es importante la concepción de la radical hermandad con el pobre (15) y de la tierra como propiedad radical de todo el pueblo (26).



12,1 Sirve de título jurídico al cuerpo legal. Los mandatos se promulgan como tarea para la vida en la tierra.


12,1-26,16 Llamamos código legal a este bloque, sin ignorar que a muchas leyes acompañan motivación y exhortación. En un código buscamos un orden temático, en una primera lectura del presente código encontramos más bien una colección de leyes heterogéneas. Con todo, es posible descubrir algunos bloques temáticos y algunas agrupaciones por parentesco parcial. Así por ejemplo, comienza el tema cúltico (12), que se enlaza bien con la legislación criminal contra la idolatría (13) y con los tabúes vistos como ley de pureza cúltica (14); no es violento el paso a observancias periódicas de dones anuales, trienales, septenales, y a las festividades del Señor (14-16); cierra el bloque una legislación criminal sobre la idolatría (17). La cual da paso al tema del juicio, y por él, tras el tema de los testigos, entramos en el bloque de autoridades: tribunal, sacerdotes, rey y profetas (17-18); a la administración de la justicia pertenecen también las leyes sobre ciudades de asilo y sobre testigos (19). Hay un bloque sobre relaciones sexuales y familiares (22-25) y otro sobre primicias (26). Entreverados hay grupos menores y leyes sueltas.

Se ha buscado también una correspondencia con el decálogo cap. 5. Indudablemente, la primera parte se relaciona conel primer mandamiento, culto exclusivo del Señor (12-13); más difícil es encontrar correspondencia a la ley de respetar el nombre del Señor; los ciclos festivos guardan cierto paralelismo con el ciclo semanal del sábado (14-16), y las autoridades son en lo social lo que los padres en la familia (16-18). En la segunda parte la correspondencia es más patente: sobre la vida, nomatar (19-21), sexo y familia, no fornicar (22-23), propiedad, no robar (24), juicios, no dar falso testimonio (24), no codiciar (25). Los números son aproximados, como las correspondencias temáticas.

Más interesante para el lector es fijarse en el aspecto humanitario de esta legislación: normas que hacen progresar el sentido de justicia y aun lo desbordan con el sentido de caridad. El progreso se aprecia mejor comparando este código con el de la Alianza (Ex 21-23). Provisiones humanitarias son tema explícito de varias leyes, breves o desarrolladas: la remisión de deudas (15), mujeres (21) y esclavas (15; 23,16s), contra la usura (23,20s), objetos perdidos (22,1-4), derechos de los pobres (24). El tema de la caridad perfeccionando la justicia penetra en diversos contextos cúlticos; en el decálogo como motivación (5,14s), en la ley de centralización del culto (12,12.18s), sobre festividades (16,11-14), primicias (26,11-13), guerra (20,5-7.19). Es muy importante la concepción de la radical hermandad de los israelitas, incluido el pobre (15) y de la tierra como propiedad radical de todo el pueblo (26).

12,2-31 La ley de centralización del culto aparece enmarcada en provisiones contra cultos idolátricos (2-3 y 29-31). El núcleo se articula en cuatro secciones: nuevas normas (4-7 y 8-12); sobre el comer carne (13-19; más antiguo, quizá del tiempo de Ezequías), sobre la sangre (20-27).

La centralización del culto alcanza su valor máximo y duradero con la imposición de Jerusalén como centro religioso único; pero no empieza ahí. Aunque los israelitas disponían de santuarios locales donde p. ej. celebraban sus fiestas agrarias (hecho implícito en Dt 26), ya en tiempos antiguos se habla de santuarios centrales para varias tribus: Siquén (Jos 8 y 24), Silo (1 Sm 1-4; Jr 7,12), Masfa y Betel (Jue 20), Gabaón (1 Re 3). Dio un primer paso Ezequías (727-698): "destruiyó las ermitas de los altozanos" (2 Re 18, 4.22). Con la reforma de Josías (2 Re 23), la preminencia bien establecida de Sión se convierte en derecho exclusivo, a la luz del cual se adaptan textos antiguos y se juzga la conducta de los reyes.

La centralización se justifica como elección personal del Señor, su símbolo es el arca de la alianza. Pretende extirpar la constante tentación de idolatría o sincretismo y fomentar la unidad religiosa del pueblo; tal es el factor negativo. El autor la concibe como consecuencia teológica: al Señor único (Dt 6,4) corresponde el culto en único lugar; tal es el factor positivo.

12,2-3 En rigor, los santuarios locales estaban dedicados a Yhwh (cfr. Gn 13,4; 21,33; 26,25); pero sucedía que se deslizaban otros cultos prohibidos, sincretistas. El autor se fija sólo en lo negativo y presenta como idolátricos todos los santuarios locales.

Las estelas o cipos solían ser de piedra, con figuras labradas o lisos (quizá símbolos fálicos en honor de Baal de la fecundidad). Los mayos eran palos o postes, sustitutos de árboles sagrados, de ordinario ligados a una diosa, Asera o Astarté (1 Re 15,13). Al destruir imágenes y nombres, se destruyen presencia y recuerdo de los ídolos (cfr. Os 2,19). Pero algunos títulos de otras divinidades los absorbió Yhwh, p. ej. El y Elión.

12,4 Por un trecho, la ley se expone alternando prohibición y mandato, y con acompañamiento parenético. Sal 122.

12,4-7 Se opone a las prácticas religiosas de los cananeos, que multiplican sus santuarios como multiplican sus ídolos y sus dioses, ligándolos a puestos determinados.

12,5 El Señor, que habita en el cielo (26, 15) comunica su nombre para la invocación (Ex 3,15); lo "impone" o coloca en un lugar, en un altar, consagrándolo. Porque el nombre es un modo de presencia mental y vocal, como lo es de apropiación.

12,6 Comparada con Lv 1-7, esta lista prescinde de los sacrificios penitencial y expiatorio.

12,7 Se refiere al banquete litúrgico, especialmente en sacrificios de comunión. El culto centralizado conserva el carácter festivo y social, sin anular su tradicional carácter familiar.

12,8-12 En esta segunda sección el fondo negativo son prácticas históricas del pueblo; en boca de Moisés, lo que precede es el desierto. No concuerda con la visión reglamentada de Lv y Nm.

12,9 La tierra se considera reposo frente al trabajo forzado de Egipto y tras las andanzas del desierto. Habitarán en tierra propia, con todas sus consecuencias. Este reposo no contradice la actividad del v.7. Véase Sal 95 y el comentario de Heb 3-4. El "reposo" puede connotar el templo, como reposo del Señor (Sal 132).

12,10 Un componente del reposo es la paz que permite disfrutar de la tierra. Guerras y hostilidades son castigo de la infidelidad.

12,12 Al inculcar de nuevo el aspecto festivo de la ley, el autor incluye al levita, que ya no vive como tribu aparte, sino disperso entre los demás; vive en la tierra sin poseer un lote. No sería festejo dejar fuera al necesitado.

12,13-19 Vamos a construir un modelo escalonado, que pudo tener vigencia histórica parcial.

a) Al dar muerte a cualquier animal, se lo sacrifica, su vida es sagrada;

b) Se restringe a animales domésticos, excluidos los de caza;

c) Se restringue a animales sacrificales, vaca, oveja, cabra; 

d) Centralizado el culto, se restringe a los que se matan en Jerusalén. 

Queda en vigor universalmente la prohibición de consumir la sangre. Esta escala ayudará a comprender el sentido y razón de estos versos. Compárense con Lv 17,1-16 y 1 Sm 14,32-33. En otros términos, no toda matanza de animales es automáticamente sagrada (cfr. Gn 9,3). La sacralidad se limita a casos excepcionales y se extiende a toda sangre.

12,15 1 Sm 14,32-34.

12,17 Nm 18,20-32.

12,23-25 Véase Lv 17,10-16.

12,26-27 Sobre las especies de sacrificios consúltese Lv 1-5.

12,27 Nm 18,17.

12,29-31 En el culto de Yhwh no se pueden mezclar ni deslizar ritos y ceremonias paganas que contradigan su espíritu. Un caso extremo de prácticas abominables son los sacrificios de niños (2 Re 17,31; Jr 7,31; Sal 106,37-38). Por otra parte, sabemos que ceremonias y formas literarias cananeas entraron en el culto de Israel.




No hay comentarios:

Publicar un comentario