miércoles, 21 de septiembre de 2016

DEUTERONOMIO: CAPÍTULO 15.

151>>[c] Cada siete años harás la remisión. 2Así dice la ley sobre la remisión: "Todo acreedor condonará la deuda del préstamo hecho a su prójimo; no apremiará a su prójimo, porque ha sido proclamada la remisión del Señor". 3Podrás apremiar al extranjero, pero lo que hayas prestado a tu hermano lo condonarás.
4>>Es verdad que no habrá pobres entre los tuyos, porque te bendecirá el Señor, tu Dios, en la tierra que el Señor, tu Dios, va a darte para que la poseas en heredad, 5a condición de que obedezcas al Señor, tu Dios, poniendo por obra este precepto que yo te mando hoy. 6El Señor, tu Dios, te bendecirá como te ha dicho: tú prestarás a muchos pueblos y no pedirás prestado, dominarás a muchos pueblos y no serás dominado.
7>>Si hay entre los tuyos un pobre, un hermano tuyo, en una ciudad tuya, en esa tierra tuya que va a darte el Señor, tu Dios, no endurezcas el corazón ni cierres la mano a tu hermano pobre. 8Ábrele la mano y préstale a la medida de su necesidad.
9>>Cuidado, no se te ocurra este pensamiento rastrero: "Está cerca el año séptimo, año de remisión", y seas tacaño con tu hermano pobre y no le des nada, porque apelará al Señor contra ti, y resultarás culpable. 10Dale, y no de mala gana, pues por esa acción bendecirá el Señor, tu Dios, todas tus obras y todas tus empresas.
11>>Nunca dejará de haber pobres en la tierra; por eso yo te mando: "Abre la mano a tu hermano, a tu pobre, a tu indigente de tu tierra".
12>>Si se te vende tu hermano, hebreo o hebrea, te servirá seis años, y al séptimo lo dejarás ir en libertad. 13Cuando lo dejes irse en libertad, no lo despidas con las manos vacías: 14cárgalo de regalos de tu ganado, de tu era y tu lagar, y le darás según te haya bendecido el Señor, tu Dios. 15Recuerda que fuiste esclavo en Egipto y que el Señor, tu Dios, te redimió; por eso yo te impongo hoy esta ley. 16Pero si él te dice: "No quiero marcharme, porque me he encariñado contigo y con tu casa" -porque le iba bien contigo-, 17coge un punzón, clávale la oreja a la puerta y será tu esclavo para siempre, y lo mismo harás con tu esclava. 18No te parezca muy duro dejarlo irse en libertad; el haberte servido seis años equivale al salario de un jornalero, y además el Señor, tu Dios, te bendecirá cuanto hagas.
19>>Todo primogénito macho que te nazca de tus reses y ovejas lo consagrarás al Señor, tu Dios. No trabajarás con el primogénito de tus vacas ni esquilarás el primogénito de tus ovejas. 20Te lo comerás cada año con tu familia en presencia del Señor, tu Dios, en el lugar que se elija el Señor. 21Si tiene algún defecto -cojo o ciego o cualquier otro defecto-, no lo sacrificarás al Señor, tu Dios. 22Puedes comerlo en tu ciudad en estado de pureza o de impureza, como si fuese gacela o ciervo. 23Pero la sangre no la comerás, la derramarás por tierra, como el agua.

Explicación.

15,1-3 La ley. Éx 23,10-11 habla de otra "remisión", que es un barbecho de las tierras. Coincide con la presente en el nombre, en el período de siete años, en su carácter sagrado, "remisión del Señor", en ser a beneficio de los necesitados. La presente ley se refiere no al préstamo como negocio, sino como beneficio al necesitado. Por "prójimo" se entiende sólo el israelita, que Dt suele llamar "hermano".

El Señor es dueño de la tierra y soberano. Como tal, puede promulgar remisión general o condonación de deudas en sus dominios. El tenor de la ley supone que el séptimo año está fijado en el calendario; es posible que un tiempo se practicase el séptimo año después de efectuado el préstamo. Sobre la práctica véanse Lv 25, la referencia de Neh 10,32 y el comentario de Eclo 29,1-13.

15,4-11 Parénesis sobre la ley. Lo más curioso es la aparente contradicción entre el primer verso y el último: "no habrá pbores... habrá pobres". La primera habla de un estado ideal y condicionado: si los israelitas cumplieran esta legislación social, la tierra de Canaán podría sustentar a todos, sin que hubiera pobres; porque al cumplimiento respondería la bendición del Señor, que procura bienestar y abundancia.

Pero las cosas no suceden así, y en la tierra algunos israelitas se empobrecen. En tal caso no vale apelar a derecho de propiedad ni a supuesta injusticia conmutativa, sino que rige la ley de la caridad, el derecho de todos a disfrutar de los bienes de la tierra de todos. Más aún, la presencia del pobre, aceptada y afrontada de este modo, se convierte en elemento dinámico y creativo: un emprender del hombre que Dios bendice.

Lo inaceptable sería ampararse a la letra de una ley, condonación el séptimo año, para destruir el espíritu de dicha ley, que es la ayuda al necesitado. Semejante cálculo "rastrero", aunque parezca respetar la ley, es delito ante el Señor.

Es de notar el tono intensamente personal,  la multiplicación de formas de segunda persona, los repetidos posesivos "tuyo" indicando responsabilidad.

15,7 Son "tuyos": el pueblo, el pobre, la ciudad, la tierra, Dios. Lo cual impone una actitud total, por dentro y por fuera, de corazón y de mano. Is 58,7.10.

15,8 La medida del prestar no es un baremo objetivo, una tasa invariable, sino la necesidad. Eclo 29,1-13.

15,9 Gritan al Señor demandando justicia.

15,10 Proceso dialéctico: por el acto de caridad limitado, Dios bendice "todas tus obras".

15,11 En hebreo con acumulación enfática de posesivos. La condición radical de hermandad. Véase Is 58,7 "no cerrarte a tu propia carne" y la intervención extraordinaria de Nehemías (Neh 5). Para Cristo "hermanos" serán todos los hombres, y prójimo será el necesitado (p. ej. Lc 10).

15,12-18 La ley de manumisión de esclavos es paralela de la anterior; se puede llamar "sabática", porque el plazo es el séptimo año desde que comenzó la esclavitud, tiene aspectos materiales económicos, un  espíritu humanitario y una motivación religiosa. Comparado con la versión de Ex 21,2-6, este texto progresa, porque extiende la validez a la sierva, es más humano, amplia la motivación. Véase el caso particular de Jr 32.

15,12 En Ex 21 no se llama "hermano". Semejante condición es básica y permanente, no queda destruida ni superada por la condición temporal de esclavitud.

15,13 Ex 21 manda dejarlo libre de balde. Dt ordena la entrega de bienes, o mejor, de participaciones en el bienestar del señor a quien ha servido; probablemente el siervo ha colaborado con su trabajo a dicho bienestar.

15,14 Cárgale: como un collar rico y honorífico, sugiere la metáfora hebrea.

15,15 Motivación religiosa: en el fondo, todos son esclavos libertos del Señor, que desea la libertad en su pueblo.

15,16-17 Incluso la manumisión se relativiza y se subordina a los deseos libres del esclavo. O porque lo han tratado bien y ha crecido el afecto mutuo, o porque teme la inseguridad de otro régimen de vida, el esclavo puede escoger libremente continuar en el mismo estado. El rito simboliza la pertenencia a la casa.

15,18 Lo añade el Dt, apelando a la razón humana y a la bendición divina. La presente ley nos muestra cómo el fermento de la justicia social basada en la alianza hace progresar la misma legislación.

15,19-23 Sobre los primogénitos de animales, véanse Ex 13,2.11-16; 22,29; 34,19-20; Lv 27,26-27; Nm 18,15-18. Consagrados al Señor, no han de servir para utilidad profana; pero sí para un banquete festivo y familiar en Jerusalén, como los diezmos del capítulo precedente.

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