miércoles, 21 de septiembre de 2016

DEUTERONOMIO: CAPÍTULO 22.

Objetos perdidos (Ex 23,4s)

221>>Si ves el buey o la oveja de tu hermano extraviados, no te desentiendas: se los devolverás a tu hermano. 2Si tu hermano no vive cerca o no lo conoces, recoges la res en tu corral, donde se quedará hasta que tu hermano venga a buscarla, y entonces se la devolverás. 3Lo mismo harás con su asno, con su manto, con cualquier objeto perdido de tu hermano que te encuentres: no te desentiendas. 4Si ves el asno o el buey de tu hermano caídos en el camino, no te desentiendas, ayúdalos a levantarse.

Casos varios (Lv 19,19)

5>>La mujer no llevará artículos de hombre ni el hombre vestirá con ropas de mujer, porque el que así obra es abominable para el Señor, tu Dios.
6>>Si de camino encuentras un nido de pájaros en un arbusto o en el suelo, con pollos o huevos y la madre junto a ellos, no agarrarás a la madre con los hijos; 7soltarás a la madre y puedes quedarte con los hijos. Así te irá bien y prolongarás tus días.
8>>Si construyes una casa nueva, pondrás un pretil a la azotea, y así no harás a tu casa responsable de la sangre si alguien se cayera de ella.
9>>No sembrarás tu viña con semillas mezcladas, no sea que quede consagrado todo: la semilla que siembres y la cosecha de tu viña.
10>>No uncirás asno con buey para labrar.
11>>No vestirás paño mezclado de lana y lino.
12>>Hazte borlas en las cuatro puntas del manto con que te cubras.

Relaciones sexuales

[A] Caso de reclamación del marido.
13>>Si uno se casa con una mujer y después de cohabitar la aborrece, la calumnia y la difama, diciendo: 14"Me he casado con esta mujer, y al acercarme a ella me encuentro con que no es virgen", 15el padre y la madre de la joven tomarán las pruebas de su virginidad, las llevarán a los ancianos de la ciudad, a las puertas, 16y el padre de la joven declarará ante ellos: "He dado a este hombre mi hija como mujer; 17él la aborrece y ahora la dimafa afirmando que mi hija no era virgen. Aquí están las pruebas de la virginidad de mi hija". Y extenderá la sábana ante los ancianos de la ciudad.
18>>Los ancianos de la ciudad detendrán al marido y le impondrán un castigo 19y lo multarán con cien siclos de plata -que darán al padre de la joven- por haber difamado a una virgen israelita; además, ésta seguirá siendo su mujer y no podrá despedirla en toda su vida.
20>>Pero si su denuncia era verdadera, si la joven no era virgen, 21sacarán a la joven a la puerta de la casa paterna y los hombres de la ciudad la apedrearán hasta que muera, por haber cometido en Israel la infamia de prostituir la casa de su padre. Así extirparás la maldad de ti.

[B] Adulterio.
22>>Si sorprenden a uno acostado con la mujer de otro, han de morir los dos: el que se acostó con ella y la mujer. Así extirparás la maldad de ti.

]C] Casos de violación.
23>>Si uno encuentra en un pueblo a una joven prometida a otro y se acuesta con ella, 24los sacarán a los dos a las puertas de la ciudad y los apedrearán hasta que mueran: a la muchacha porque dentro del pueblo no pidió socorro y al hombre por haber violado a la mujer de su prójimo. Así extirparás la maldad de ti.
25>>Pero si fue en despoblado donde el hombre encontró  a la joven prometida, la forzó y se acostó con ella, morirá sólo el hombre que se acostó con ella; 26a la joven no le harás nada, no es rea de muerte; es como si uno ataca a otro y lo mata, 27él se la encontró en despoblado y la muchacha gritó, pero nadie podía defenderla.
28>>Si uno encuentra a una joven soltera, la agarra y se acuesta con ella y los sorprenden, 29el hombre que se acostó con la joven dará a su padre cincuenta siclos de plata y tendrá que aceptarla como mujer por haberla violado, no podrá despedirla en toda su vida.

Explicación.

22,1-3 Es 23,4-5 se refiere al enemigo o al rival en un proceso. Dt se refiere al hermano, o sea, a cualquier israelita, por solidaridad. La ley protege la propiedad del paisano y la vida de los animales domésticos. Recogerlo en el corral significa alimentarlo y cuidarlo.

22,4 En este caso el dueño está presente y hay que ayudarle.

22,5 Pertenece a la concepción general de la distinción y separación, que funda el orden del universo (Lv 19,19; Gn 1). Probablemente prohíbe también prácticas paganas de culto.

22,6-7 La madre es portadora de la vida: merece la libertad.

22,8 La casa quedaría maldita por la muerte causada.

22,9-11 Leyes de distinción y separación.

22,12 Nm 15,37-41 añade una explicación a la práctica, que en su origen quizá fuera mágica o apotropaica. Otros piensan que sirve de lastre para mantener hacia abajo el manto y cubrir la desnudez.

22,13 Comienza una serie sobre relaciones sexuales: casada, adulterio, violación de prometida, de soltera, incesto. El primero y el tercero se desdoblan en dos casos. La iniciactiva en todos estos casos es del hombre.

22,13-21 Se trata de una casada que vive con el marido. Se espera y se supone que ha llegado virgen al matrimonio, de lo cual es garante el padre (Eclo 42,9-11). Sucede una denuncia, que no era virgen. Aquí se separan los casos opuestos: la denuncia es pura difamación y calumnia, la denuncia es verdadera. En ambos casos, el marido no puede tomar una decisión y ejecutarla, sino que debe someter el asunto a proceso ante la autoridad competente. Las dos partes son el marido y el padre de la esposa. Las "pruebas de la virginidad" son la sábana nupcial con manchas de sangre que los padres de ella reciben y conservan con las debidas garantías.

La calumnia se castiga con una fuerte multa. El texto no explica cómo se prueba que la denuncia era verdadera. La pena de muerte infligida a la mujer supone que cometió el acto cuando ya estaba prometida jurídicamente a aquel hombre. La ejecución se realiza no a la puerta de la ciudad, sino ante la casa paterna; como si el padre fuera en alguna medida culpable, o como una purificación jurídica de su casa.

La ley defiende el buen nombre de una mujer inocente y el derecho del marido. Pero media una enorme diferencia entre la pena de uno y de la otra.

22,22 La ley sustrae al marido el derecho de vengarse por su cuenta (cfr. Prov 6,32-35) y traslada el caso de adulterio a la competencia de la autoridad. Los dos han sido sorprendidos in fraganti. Véase el caso de la adúltera y Jesús Jn 7,53-8,11.

22,23-27 También este caso se desdobla en dos variantes. La prometida pertenece jurídicamente al hombre, aunque todavía no se haya celebrado la boda y no haya comenzado la cohabitación. Si la joven no grita pidiendo auxilio donde puede ser escuchada, se presume que ha consentido. En despoblado sus gritos habrían sido inútiles, y se presume que no ha consentido. En ambos casos el hombre ha cometido adulterio y sufre pena de muerte; en el segundo caso la joven ha sufrido la violencia, es víctima inocente. Parece que Jeremías lo emplea como metáfora de su vida profética (Jr 20,7-8).

22,28-29 El texto no define si ha habido violencia o seducción. El verbo "los sorprenden" sugiere el consentimiento de ella. La solución para la que ha perdido la virginidad es el matrimonio; además el hombre debe pagar al padre una dote. Compárese con Ex 22,15 y véase el caso de Dina (Gn 34).

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