miércoles, 21 de septiembre de 2016

DEUTERONOMIO: CAPÍTULO 31.

ÚLTIMAS DISPOSICIONES Y MUERTE DE MOISÉS.

311Cuando Moisés terminó de decir estas palabras a los israelitas, añadió:
2-He cumplido ya ciento veinte años, y me encuentro impedido; además, el Señor me ha dicho: <<No pasarás ese Jordán>>. 3El Señor, tu Dios, pasará delante de ti. El destruirá delante de ti esos pueblos, para que te apoderes de ellos. Josué pasará delante de ti, como ha dicho el Señor. 4El Señor los tratará como a los reyes amorreos Sijón y Og y como a sus tierras, que arrasó. 5Cuando el Señor os lo entregue, haréis con ellos lo que yo os he ordenado. 6¡Sed fuertes y valientes, no temáis, no os acobardéis ante ellos!, que el Señor, tu Dios, avanza a tu lado, no te dejará ni te abandonará.
7Después Moisés llamó a Josué, y le dijo en presencia de todo Israel:
-Sé fuerte y valiente, porque tú has de introducir a este pueblo en la tierra que el Señor, tu Dios, prometió dar a tus padres, y tú les repartirás la heredad. 8El Señor avanzará ante ti. Él estará contigo, no te dejará ni te abandonará. No temas ni te acobardes.
9Moisés escribió esta ley y la consignó a los sacerdotes levitas, que llevan el arca de la alianza del Señor, y a todos los concejales de Israel, 10y les mandó:
-Cada siete años, el año de la remisión, por la fiesta de las Chozas, 11cuando todo Israel acuda a presentarse ante el Señor, tu Dios, en el lugar que él elija, se proclamará esta ley frente a todo el pueblo. 12Congregad al pueblo, hombres, mujeres y niños, y al emigrante que viva en tu vecindad, para que oigan y aprendan a respetar al Señor, vuestro Dios, y pongan por obra todos los artículos de esta ley, mientras os dure la vida en la tierra que vais a tomar en posesión cruzando el Jordán. 13(Hasta tus hijos, aunque no tengan uso de razón, han de escuchar la ley, para que vayan aprendiendo a respetar al Señor, vuestro Dios).
14El Señor dijo a Moisés:
-Está cerca el día de tu muerte. Llama a Josué, presentaos en la tienda del encuentro, y yo le daré mis órdenes.
Moisés y Josué fueron a presentarse a la tienda del encuentro. 15El Señor se les apareció en la tienda en una columna de nubes, que fue a colocarse a la entrada de la tienda. 16El Señor dijo a Moisés:
-Mira, vas a descansar con tus padres, y el pueblo se va a prostituir con los dioses extraños de la tierra adonde va. Me abandonará y quebrantará la alianza que he concluido con ellos. 17Ese día mi furor se encenderá contra ellos: lo abandonaré y me esconderé de él, se lo comerán y le ocurrirán innumerables desgracias y sufrimientos. Entonces dirá: <<Es que no está mi Dios conmigo; por eso me ocurren estas desgracias>>. 18Y yo, ese día, me esconderé todavía más, por la maldad que comete volviéndose a dioses extranjeros. 19Y ahora, escribid este cántico, enseñádselo a los israelitas, haced que lo reciten, porque este cántico va a ser mi testigo de cargo contra los israelitas. 20Cuando haya llevado a este pueblo a la tierra que prometí a sus padres, una tierra que mana leche y miel, comerá hasta hartarse, engordará y quebrantará mi alianza. 21Entonces, cuando le ocurran innumerables desgracias y sufrimientos, este cántico dará testimonio contra él, ¡que no lo olvide la posteridad!, porque conozco los malos instintos que ya hoy alimenta antes de haberlo introducido en la tierra prometida.
22Aquel día Moisés escribió este cántico y se lo hizo aprender a los israelitas.
22El Señor ordenó a Josué:
-Sé fuerte y valiente, que tú has de introducir a los israelitas en la tierra que he prometido. Yo estaré contigo.
24Cuando Moisés terminó de escribir en el documento los artículos de esta ley hasta el final, 25mandó a los levitas que llevaban el arca de la alianza del Señor:
26-Tomad este código de la ley, depositadlo junto al arca de la alianza del Señor, vuestro Dios, y que quede allí como testigo contra ti. 27Yo conozco tu rebeldía y terquedad; si estando yo a vuestro lado os rebelabais contra el Señor, ¿qué será cuando haya muerto? 28Congregadme a todos los concejales de las tribus y a los magistrados; quiero recitar en su presencia estas palabras y citar contra ellos como testigos el cielo y la tierra, 29porque sé que cuando yo muera os pervertiréis y os apartaréis del camino que os tengo señalado. Al cabo de los años, si hacéis lo que el Señor reprueba irritándolo con vuestras obras, os alcanzará la desgracia.
30Entonces Moisés recitó hasta el final este cántico en presencia de toda la asamblea de Israel.

Explicación.

31 Aquí comienza una serie narrativa, cuyo tema son las últimas disposiciones de Moisés y su muerte. Empalma con el hilo narrativo interrumpido en los últimos capítulos de Nm. La selección de los temas es lógica; la disposición de las piezas nos resulta caprichosa. Habría sido tan fácil ordenarlas, siguiendo el esquema de mandato y cumplimiento.

Como jefe militar y guía del pueblo, Moisés deja de sucesor a Josué: 2-7.14.23. Como mediador de la alianza y la ley, deja el texto escrito y se lo encomienda a los levitas 9-13.24-26. Como confidente del Señor, deja la tienda del encuentro 14-15. Y su voz, mediadora de la palabra de Dios, queda grabada en un cántico testimonial para la posteridad: 19-22.27-30. Hablan: el narrador, el Señor, Moisés, que se dirige: a los israelitas, a Josué, a los levitas y a los ancianos.

31,1 Traducido según la versión griega y un manuscrito de Qumrán.

31,2-3 Impedido por la edad (pero véase 34,7) y por la prohibición del Señor. La triple repetición del verbo "pasar" resume el hecho: tú no pasarás, pasará delante el Señor (1,30-33), pasará Josué.

31,4 Nm 21,21-35.

31,5 Dt 7,1-5.

31,6 Fragmento de arenga militar, con fórmulas de oráculos de salvación.

31,7-8 Fórmula de investidura. Indica la doble misión próxima de Josué: caudillo en la conquista y repartidor de la heredad. A Josué tocará dar cumplimiento a una de las promesas patriarcales. Con estos dos versos, el deuteronomista nos prepara para la lectura del libro de Josué, que viene a continuación.

31,9-13 Escribir la ley es acto jurídico de la alianza; el protocolo escrito se conserva en lugar sagrado y se relee periódicamente o en ocasiones extraordinarias. El arca es el lugar donde se conserva el texto escrito; los levitas son sus portadores materiales y sus custodios espirituales: ellos leen y explican la ley y exhortan al pueblo.

31,10-11 La repetición está ligada a la fiesta de las chozas, que conmemora festivamente la peregrinación por el desierto. El texto supone la centralización del culto. La alianza es asunto de todo el pueblo.

31,12 Neh 8.

31,13 El cumplimiento de la ley, condición para entrar en la tierra, será tarea cuando vivan en ella.

31,14-15 Es un momento solemne: Moisés y Josué se han apartado y se dirigen a la tienda del encuentro; antaño iba Moisés solo (Ex 33,7-11). Llegados allí, el Señor acude a la cita en la teofanía de la nube que vela y revela. Allí -gran novedad- dará a Josué inmediatamente las órdenes que solía dar a Moisés solo.

Dentro de la teofanía entra el tema siguiente, el cántico. Esta es orden que recibe Moisés, como tarea testamentaria. Por la repetición del verbo "ordenar" en 14 y en 23, parece que la investidura de Josué por parte del Señor pertenece todavía a la teofanía; si bien el v. 22 adelanta el cumplimiento de la orden recibida por Moisés.

31,16-18 Esta profecía sombría, recibida por Moisés casi in articulo mortis, recuerda por la forma la que recibió Abrahán (Gn 15,13-16); por el contenido es contraria, porque serán los israelitas los culpables, expulsados de su tierra.

La idolatría recibe el nombre de "prostitución"; al quebrantar el primer mandamiento, quebrantarán la entera alianza. Porque el pueblo "abandona" al Señor, el Señor "abandona" al pueblo. Se lo comerán: pueblos extranjeros (Sal 14,4). El pueblo no reacciona correctamente al castigo, por lo cual persiste o aumenta el castigo.

La formulación de este proceso no está clara, hay que aclararla con el texto del cántico; parecen corresponderse "no estar en medio" y "ocultar el rostro" (para lo primero Nm 14,42; Jue 6,13; para lo segundo Is 8,17; 54,8; Jr 33,5).

31,19-21 El cántico, como profecía del amor de Dios y la infidelidad del pueblo, se convierte en testimonio escrito, que volverá a atestiguar contra el pueblo cuando será recitado públicamente. Sobre los malos instintos o inclinaciones véanse Gn 6,5; 8,21; Eclo 17,16.

31,23 No es pura repetición en el texto actual: al nombramiento por Moisés se añade el nombramiento por Dios. La sucesión queda garantizada.

31,24 Se entiende el cuerpo íntegro que ha promulgado de palabra.

31,26 Ley y cántico serán dos testigos de cargo escritos y conservados. Sobre el testimonio véase Sal 81.

31,27 Los otros dos testigos son cielo y tierra, invocados al principio del cántico.

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